Pues resulta que el amigo Sigurd "Satyr" Wongraven lleva desde 2009 produciendo vino de alta calidad en su país natal, Noruega. Los expertos consideran sus bodegas entre las primeras en cuanto a refinamiento y ello le ha llevado a hacerse conocido en el mundo vinícola tanto como en el mundo del heavy metal.
El frontman de Satyricon vendió a finales de 2019 el 90% de las acciones de su compañía de vinos a cambio de una suculenta cantidad de millones. No parece que le vaya mal a nuestro querido compañero. Y no va a sufrir demasiado los efectos de la covid-19. No va a tener mucha necesidad con la cantidad de ceros que engrosan su cuenta corriente.
De todas formas no es casualidad y hay que reconocerle el mérito de lo logrado. Lleva diez años implicado al máximo en un proyecto en el que le ha puesto las mismas o más ganas que a su banda. Colaborando con profesionales del vino ha conseguido varios productos de enorme calidad, entre los que destacan según los entendidos "Wongraven Morgenstern Riesling", "Wongraven Alleanza Langhe Rosso" o "Wongraven Champagne". Todo en base a productos orgánicos, embotellados por él mismo e implicado en el diseño de sus diferentes producciones. Cuando las cosas se hacen con pasión e implicación, los resultados acaban llegando. Lo malo es que fuera de su país son difíciles de conseguir, pero algún día confiamos en poder degustar sus caldos.