Hunter y Kevin, los protagonistas de la peli, son dos héroes, porque ser heavy en los 80 era la opción fácil pero hoy en día es de lo más raro.

Detrás de la cinta se encuentra Tom Morello así que buena música asegurada.

La película navega en la amistad, la adolescencia, la pertenencia a un grupo, el bullying, las enfermedades mentales y obviamente, el rock.

Hunter y Kevin viven en Portland y son amigos de la infancia. El primero, es metalero y arrastra a su introvertido amigo al mundo del metal animándole a formar una banda de rock para ganar el concurso de bandas del instituto.

A este dúo se añade la chica nueva , Emily, quién gracias a Kevin, descubrirá la música de Metallica y Black Sabbath y empezará a tocar las piezas con su chelo, consiguiendo convencer a Hunter y formando parte de la graciosa banda de metal que conforma el trío "Skullfucker".

Una simpática película en la que seguro te sientes identificado cuando un amigo te pasó el primer casete con música que no se escuchaba en los 40 principales, el primer amor y la percepción de la amistad en la etapa adolescente en la que tus amigos son tu todo.

Con adolescentes como los de Metal Lord podemos decir que el metal sigue vivo! We soul our soul for rock and roll!