Tecnicismos
Si la sinopsis os ha dado bajuna, que no os engañe, esta obra por donde primero entra es por los ojos. Tiene una gana de colores y detalles que llama la atención.
Singelin usa un estilo de acuarelas que normalmente iluminan la pagina o las viñetas dándole un tono que expresa el estado de animo de los que están involucrados. El amarillo en escenas muy animadas los rojos de estrés, marrones y verdes oscuros depresión. Y estas tonalidades van acompañando a los personajes y mutando.
Pero el contraste con el dibujo es brutal, porque te da mucha información. En ocasiones con un estilo muy manga, líneas claras . Otras con un trazo muy difuso, bien para representar mucha acción o simplemente porque el personaje que sale cuesta distinguirlo de la mugre / caos que lo rodea. El guion nos puede recordar a acorralado o a tantas películas de los 80 sobre soldados que regresan de Vietnam.
Pero el mensaje final que deja es muy humanista, muy constructivo.