Ahora que, después de unos cuantos años tirándose los trastos a la cabeza y tras 10 años de su disolución, los hermanos Robinson vuelven a hacer gira bajo el nombre de Black Crowes tocando su álbum debut “Shake your money maker” al completo, aprovechamos para hacer un recuerdo de su primera visita a Barcelona en 1992.
Los de Georgia venían presentando su disco “The Southern Harmony and Musical Companion” que se había convertido en un super ventas y sus videoclips aparecían en todas las televisiones. La gira se denominó "The high as the moon tour"
En esta ocasión el concierto fue grabado y se emitió en el programa musical de TV3 Sputknik ver aquí. Pero ojo, a pesar de que en muchas ocasiones se indica como “full show”, eso no es cierto ya que únicamente se emitieron 9 temas frente a los 15 que realmente tocó la banda aquella noche.
Antes de empezar con la crónica, dejarme mencionar a la enorme banda que componían en ese momento los Crowes: Chris Robinson a la voz, Rich Robinson a la guitarra, el espectacular Marc Ford a la guitarra, Johnny Colt al bajo, Steve Gorman en la batería y Eddie Harsch en los teclados. Creo sin ningún lugar a dudas que fue esta su mejor formación sin duda.
La sala Razzmatazz estaba a reventar con una de sus ya famosas enormes colas para poder acceder. No recuerdo si hubo teloneros y si los hubo, yo no llegue a tiempo de verlos.
En cuanto se apagaron las luces los Crowes empezaron su concierto con “No Speak No Slave”. Salieron super acelerados, llegando Chris Robinson a lanzar su sombrero a la audiencia.
Vestidos como recién salidos de la película “Almost Famous” o de una portada de la “Rolling Stone” de los 70. No les faltaba detalle, recuerdo a Rich Robinson con su camiseta con el logo antiguo de Aerosmith de la época del “Get your wings”.
Siguieron con la “Sting me” con la gente saltando y coreando sin parar y una labor enorme de Colt en los coros. Siguieron con “My morning song”, “Exit”, “Thorn’s progress” y “Thorn in my pride” todas ellas no emitidas en TV.
Siguieron con esa preciosa canción del primer disco que es “Sister Luck”, seguida de una intro de batería para iniciar la bailable “Black Moon Creeping” y a continuación poner patas arriba toda la sala con “Twice as Hard” berreando todos como posesos.
A continuación siguieron con la animada “Thick N' Thin”, “Hotel Illness” y “Stare it Cold” antes de despedirse con la versión de Bob Marley “Three Little birds”. Personalmente a mí no me gusta el reggae pero la verdad que a ellos les quedó una versión de lo más apañada especialmente gracias al órgano de Harscht y la guitarra de Ford dándole un aire mucho más setentas que jamaicano.
Volvieron a salir para finalizar con la versión de el primer single del “Shake your money” “Jealous again” y el pimer single de “The Southern Harmony” la muy radiada esos días “Remedy”. No es una mala forma de acabar un concierto que con tus dos mayores exitazos.
Fue, en resumen, un concierto espectacular con la banda en su mejor momento. Yo lo disfrute como una loca.
Dejarme mencionar la slide guitar de Marc Ford, la chulería y los maravillosos coros de Johnny Colt y el buen hacer de Harsch en los teclados esa noche, para poder entender porque a muchos de nosotros la nueva reunión de los Crowes nos parece cuanto menos descafeinada.
Como anécdota a modo de colofón os diré que el día anterior al concierto los "Crowes" se pasearon por la Plaza real y el barrio gótico de Barcelona con total normalidad. Nosotros (mucho más serenos que la banda), coincidimos con ellos en un local de mala muerte del gótico y fueron realmente simpáticos, a pesar de la cara de malas pulgas que luce siempre Rich Robinson en directo.