IMG_2592

Tras el terremoto Bala la noche anterior, volvíamos a la cima de Montjuich para otra noche de AMFest en ese especial recinto. Con un aforo sensiblemente inferior, ya que habían quitado las mesas del fondo, y tan sólo quedaban las sillas a modo de teatrillo, era de esperar que hoy la afluencia de público fuera algo inferior a la del viernes. Y así me pareció cuando empezaron a desfilar las bandas por el escenario, quedando algunas sillas libres, sobretodo en los laterales.

La noche era fresquita, el cielo estaba cubierto, e incluso alguna gota cayó. Pero nada preocupante. De hecho, los asturianos Elle Belga lo agradecieron enormemente, bromenado sobre que era una de las exigencias de su "rider" y que casi nunca la cumplían. Así que para ellos esta noche era especial, como recordaron en varias ocasiones, y se les notaba más que ilusionados. El dúo venía a contarnos historias sobre la vida y el amor, en un formato muy intimista, con mucha ambientación que acompañaban de percusiones y guitarras. No en vano este concierto protagonizaba el ciclo "Los silencios de AMFest" de este año, en los que se pide a la audencia el más absoluto de los silencios, y el máximo respeto por lo que está aconteciendo sobre las tablas, para que no se pierda detalle de la minimalista actuación. A la gente pareció gustarles la actuación, porque llevaron a rajatabla las normas establecidas, y el silencio sólo se veía roto por los aplausos al final de la interpretación de cada tema.

Tras la actuación del dúo asturiano, era el turno de las madrileñas Bones of Minerva, que se estrenaban con este show en la ciudad de Barcelona, siendo su primera visita. Una entrega total frente a esta oportunidad que no desaprovecharon, ofreciendo una actuación llena de matices, como su música, que se mueve entre lo brutal y lo sedoso, entre lo violento y la belleza. Desde la inicial "Forest", quedó claro que venían a gustar con todas las armas que tenían a su alcance, y la ambientación que consiguieron sobre las tablas, con mucha niebla en momentos puntuales y jugando con luces cálidas y frías, surgió su efecto. Una actuación muy completa, que quedó firmemente respaldada por interpretaciones muy sólidas de otras pistas como "Molino", "Holy" o "Vehemence". Hasta 11 canciones conformaron su repertorio, y al finalizar su actuación mostraron su total agradecimiento a la audiencia, y la felicidad con la que se bajaban del escenario tras este primer contacto con la Ciudad Condal. Satisfechas ellas, y satisfechos nosotros.

El cierre del festival correría de la mano de los madrileños Toundra, quienes tienen ya una dilatada relación con el festival, habiendo participando en su primera edición y en la edición de 2018. Toundra no necesitan de mucha presentación, ya que la mayoría de sus conciertos en Barcelona logran o rozan el sold-out, y la parroquia metalera les tiene en alta estima. Su combinación de tonalidades en sus temas totalmente instrumentales, te transporta a estados anímicos que sólo ellos saben presentar, y eso se nota en el fervor con el que la gente disfruta cada uno de sus temas.

Mucha concentración por parte de los músicos, que se meten de lleno en sus interpretaciones para ofrecer lo mejor de cada uno. Arrancaron con la vieja conocida "Ara Caeli", y con ella arrancaron el viaje. Después, un recorrido por su ya dilatada trayectoria a través de "Tuareg", "Bizancio" o "El odio parte 1", que estrenaban por primera vez en directo en el festival. Hicieron hincapié en todos sus discos, pero quizá el más representado fué su "Vortex" de 2018 copando casi la mitad del setlist.

Luces oscuras, entrega de los músicos, y audiencia concentrada y disfrutando de la música. Otro éxito para la banda de Madrid.

Esperemos que el próximo año ya si, podamos disfrutar de la edición completa del AMFest, en condiciones más pre-pandémicas, y que la "normalidad" vuelva a nuestra escena de una vez por todas. Parece ser que esta semana empiezan a relajarse ligeramente las restricciones con aumentos de aforo y audiencias por fin de pie. Sólo esperemos que el siguiente paso no tarde tanto en llegar. Los músicos, promotores y demás gente que se dedica al sector lo necesita...y nosotros también.