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Sexto disco ya de esta banda capitaneada por el guitarrista de Primal Fear Alex Beyrodt, y que reúne a talentos como Matt Sinner o David Readman, que vuelve a la banda después de unos años. Seamos sinceros antes de empezar, el álbum suena a Whitesnake que tira de espaldas, y queda muy patente nada más arrancar el disco con el tema "Flesh & Bone", rockero y enérgico a partes iguales, en el que Readman hasta recuerda al mítico Coverdale (en su buena época). Una canción con mucha marcha en la que las cuerdas de Beyrodt echan humo. La cosa se relaja un poco en "Wasting Time", sigue siendo igual de poderosa, pero el ritmo es más marcado. No me acaba de entusiasmar el estribillo pero tampoco queda mal. Una intro que descoloca, inspirada seguramente por Led Zeppelin, da paso a "Magic Woman Chile" que arranca a pleno guitarrazo, aunque otra vez un estribillo arábigo-progresivo le resta algo de energía. Eso si, contiene uno de los mejores solos del disco. El tema título es un buen resumen en el que explota toda la energía que deben haber acumulado al estar encerrados. El bajo domina el ritmo bailable y vacilón, al que añaden algunos elementos de teclado que le dan un toque diferente.

"Devil with an angel smile" es harina de otro costal. Un poco de blues y unos punteos chulescos que recuerdan a Aerosmith. Nuevo acelerón en "Straight for the heart", en un estilo guitarrero que es el que mejor facturan, el que mejor les queda o el que yo más disfruto. Es en esa faceta de riffs rápidos y revitalizantes donde les noto más sueltos y más a gusto. Gran estribillo cargado de melodía. "Eyes full of tears" es una emotiva balada, acolchada por los teclados, pero bastante desnuda en la que voz y batería llevan el peso de la composición. Un sintetizados muy a los John Carpenter abre "Devil's cross", el tema más largo del disco, y más épico. Ritmo lento, grandes coros y la garganta de Readman luciendo a gran nivel.

La cosa se anima con el cañonazo "Trouble in the moonlight", rock sin concesiones con subidas y bajadas. "This song is for you" vuelve a relajar el ambiente. La verdad que no acabo de encontrar mucho sentido a la disposición de las pistas, porque en ningún momento te deja acabar de despegar. El vocalista encandila con una de las interpretaciones más sentidas en esta balada, con tintes de blues, acompañado de un órgano. Encontaréis aquí también uno de los solos más trabajados y más emotivos de Beyrodt, que os llegará a poner los pelos como escarpias. Cierra el disco "Children of the revolution", otro gran tema de rock melódico, que insisto, son los que mejor les quedan.

Una de cal y otra de arena, con esa sensación me quedo. Tal vez ordenando las pistas de otra manera la sensación habría sido otra, pero la estrategia aquí de alternar tempos corta el rollo y bastante. Sin haber temas malos, los momentos memorables suelen concentrarse en los temas más guitarreros, y en otras delicatessen en las que el blues toma las riendas y transmiten. Todos los miembros hacen un gran trabajo, pero el resultado global no parece beneficiarse en exceso de ello...