Angustia y asfixia. Si tuviera que definir lo que me transmite el nuevo disco de los neo-zelandeses Ulcerate, creo que me quedaría con esos adjetivos. "Stare into death and be still" es su nueva entrega tras 4 años. El disco contiene temas largos, muy largos (de entre 6 y 8 minutos). Muy atmosféricos, técnicos y con pasajes complejos. No es un disco de fácil digestión.

"The lifeless advance" inicia el disco de forma bruta, con Jaime Sant Merat machacando la batería. "Exhale the ash" es un tema denso, refleja distintas atmósferas y discurre entre el Death, el Doom...su larga duración permite a sus intérpretes moverse por diferentes estilos. El tema título empieza de forma sosegada, casi hipnótica, para tornar en tramos brutales y otros atmósfericos. No deja de sorprenderme la capacidad de esta banda para plasmar tan diferentes pasajes en un mismo tema, y las progresiones que utilizan para que esos cambios sean tan naturales.

"There is no horizon", vuelve a la claustrofia. Un tema denso, arrastrado, que te oprime el pecho con su ritmo cadencioso. Es casi instrumental, ya que la participación en ella de los growls de Paul Kelland, son casi testimoniales. "Visceral ends" pretende engañarnos con ese inicio sosegado, pero te atrapará de nuevo al subir de intensidad y sumergirte en un padecimiento sonoro opresor.

"Drawn into the next void" nos lleva hasta el tema que cierra el disco, "Dissolved orders", que sirvió como single de adelanto, y que nos vuelve a dejar claro que en esto de mezclar brutalidad, atmósferas y ritmos técnicos y enrevesados, pasando de uno a otro sin que te des cuenta, son unos maestros.

Como curiosidad, destacar que la portada es obra de su también batería, Jaime Sant Merat.