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En un mundo como el del Black Metal, en el que ni de lejos me gustan todas las propuestas que aparecen, me encuentro con el nuevo trabajo de los alemanes Thron. No soy ni mucho menos un purista ni un degustador del Black Metal más puro. Muy bueno tiene que ser un disco para que capte mi atención, lo reconozco, pero en este caso si lo han conseguido. Quizás el no ser una de las propuestas más estrictas haya influenciado...seguramente. Tras una primera escucha, podremos encontrar muchos elementos característicos del género, pero esconden mucho más. Tras una producción impoluta digna de las bandas más "comerciales" del género encontraremos en "Pilgrim" una puerta a la oscuridad impía de este quinteto. Aquí hay brutalidad, se respira maldad y es inquietante, pero las melodías que incluyen lo hacen más apto para oídos poco entrenados como el mío.

"The prophet" sienta las bases para poder categorizar el álbum como blackmetalero, con esos riffs característicos y una batería despiada, pero tras unos momentos hace acto de presencia un riff melódico, sin alejarse de lo extremo. También encontraremos momentos atmósfericos que traen la oscuridad al primer plano, dejando flotar en el ambiente una sensación de agobio tenebroso. La siguiente "To dust" arranca con unos punteos maquiavélicos, y se destapa un tema de black melódico con un estribillo épico y pegadizo, muy al estilo Behemoth. Tras la tormenta, llega el lento inicio de "Nothingness", que tras una breve explosión y una línea de bajo muy protagonista, deja paso a la malvada voz de Samca con el peso del desarrollo. "Hosanna in the highest" empieza de forma lenta y pesada, mientras la batería va ejecutando fills para ir encontrando su lugar y entregarnos un tema del black metal más primigenio, aunque en la segunda mitad podemos encontrar hasta un pasaje progresivo. En el ecuador del disco encontramos el interludio "Epitome", borrascoso y siniestro, te traslada a la cima de una montaña donde sopla un fuerte viento mientras entes fantasmagóricos te rodean intentando apropiarse de tu alma, con un final de lo más melancólico.

Tras la pausa, la gélida "The reverence", con un aire muy Cradle of Filth, incluso en la forma de entonar los versos que recuerda a Dani Filth, aunque eso si, con una vocalización mucho más nítida. Mucho más grandilocuente suena "The valley of the blind", que ya de inicio parece plantear algo más grande, y que esconde uno de los riffs más novedosos, sonando hasta thrash por algunos momentos. Otra muestra diferencial de sus registros la encontramos en "Den of iniquity", con sus ataques abrasivos, pero lenta y provocadora en su faceta principal. Y llegamos al final con la cabreada "Into disarray", que aunque no tenga a la velocidad como patrón, desprende enfado y tristeza.

Pilgrim pone a Thron a jugar con los mayores, y es capaz de aguantarle la mirada a bandas europeas de gran calibre. La potencia que han conseguido en este nuevo trabajo y la diversidad que ofrecen, harán que nos acordemos de este trabajo de los alemanes durante muchos años.