Mando (o así le apodan) es un caza-recompensas, un tipo solitario, hasta antipático a veces, que vive de encargo en encargo para cumplir su credo, el mandalor. El caza-recompensas fué acogido siendo joven por la orden de Los Mandalorianos, que se hizo cargo de él. Cada encargo se suele pagar con Beskar, un metal que le servirá para ir aplicando mejoras a su armadura.

Es durante el cumplimiento de uno de estos encargos que conoce al "Niño", y nuestro protagonista verá truncada su "apacible" vida, poniendo en duda su propio credo y viéndose en la tesitura de tener que traicionarlo. La acción transcurre después de la caída del Imperio, tras la derrota del Emperador por parte de Luke Skywalker en El Retorno del Jedi, y la instauración de la Nueva República. Todavía no se sabe nada de la Primera Orden y lo que está por venir.

La serie es lo más cercano en espíritu que vamos a estar de la primera trilogía de Star Wars. Una producción alejada de los efectos digitales. No carente de ellos, pero si que no llegando a abusar en ningún momento como pasó con las dos trilogías que siguieron a la original. Paisajes bellos, escenarios solitarios, diálogos escuetos y ritmo pausado (que no lento). No faltarán las referencias y guiños al universo del que proviene, pudiendo ver a los Jawas, a los AT-ST, ungaughts, cantinas plagadas de seres de todos los rincones de la galaxia, speeders, Tattoine, y si, parece que también hace acto de presencia La Fuerza.

Si eres de los que perdió la fé tras los nuevos capítulos, dale una oportunidad a esta serie, porque es probable que te reconcilie con la saga. Personajes nuevos, narrativa nueva, y espíritu clásico. Nosotros entre el equipo, esperaremos como agua de Mayo a la segunda temporada (donde parece ser que también veremos a alguna Jedi, como Ahsoka Tano, encarnada por Rosario Dawson), y a la más que probable tercera.

Como buen mandaloriano, añadiria, "Este es el camino".