En plena época de "comebacks", aparece el cuarto álbum del grupo de Florida Solstice. Once años han tenido que pasar para que los death/thrashers nos entreguen otra obra, aunque la discontinuidad siempre ha sido un punto común a lo largo de su carrera. Lejos quedan aquellos álbumes que editaron con el Cannibal Corpse Rob Barrett, aunque Alex Marquez (Malevolent Creation) sigue a bordo, completando la formación actual Ryan Taylor a la voz y guitarras, Dennis Munoz a la guitarra y Marcel Salas al bajo. Sin embargo, no han perdido un ápice de fiereza y agresividad, y su enfoque sigue tan vigente ahora como antaño, por mucho que el factor sorpresa ya no exista.

El tema inicial "The altruist" ya te coge de inicio por la pelotas y te las retuerce para dejar las cosas claras. Un inicio lento, de calentamiento, da paso al apretón causante de que te salgan los ojos de las órbitas. Los ingredientes principales, la velocidad del Thrash y la crudeza del Death Metal, nos acompañaron durante la mayor parte de la reproducción. Sin embargo, podemos apreciar algunos detalles técnicos y progresivos que ponen la nota diferencial respecto a anteriores trabajos. Misma tónica siga la posterior "Transparent", con ligeros matices que le dan su personalidad propia. Los detalles técnicos que comentábamos antes se pueden apreciar perfectamente en el inicio de "Who bleeds whom", un corte aplastante que contiene todo lo que se debe pedir a un tema del género. Potencia, furia y decisión. Atención a los cambios de ritmo y el trabajo de las guitarras, realmente encomiable. La batería suena que atruena en "Lifeline", con un trabajo plagado de fills que no dejan hueco sin rellenar, y una velocidad digna de admirar. Y si todavía no te habían encendido el espíritu (cosa que me extrañaría bastante...), lo harán con "Ignite", puro fuego sonoro, con esos ritmos netamente thrashers.

Se ponen deathmetaleros en "Outlast", tema en el que podemos apreciar también alguna influencia del hardcore en algunos ritmos o melodías vocales. Si aún conservas tus pelotas, es mejor que te liberes de tu captor, porque "Seven" te hará moverte si o si, y corres el riesgo de perder algo por el camino. El ataque guitarrero es de órdago y la agresividad sube enteros. Lo mejor de todo es que este álbum no pierde fuelle en ningún momento, y encontramos otra muestra más en la brutal "Embellishment exposed", otra salvajada marca Solstice. El inicio del tema título te da un poco de tregua, pero en cuánto arranca no podrás parar de marcar el ritmo con los pies, hasta que te veas agitando las dos piernas al son de la barbarie. "Eyes sewn shut" continua con la dantesca orgía musical y "Scratch" pone la sangrienta guinda con riffs hirientes de puro thrash metal.

Un disco de Solstice siempre es y será bienvenido pasen los años que pasen. Una agresión contínua y extrema tema tras tema, sin bajar la intensidad en ningún momento y sin mostrar signos de flaqueza ni atisbo de que los vaya a haber. Lo meto pero ya entre uno de los lanzamientos destacados del género en lo que llevamos de año, y algo muy descomunal tiene que editarse en el futuro para que esto no esté en el TOP 5 en Diciembre, porque es muy bruto.