Shadow and the Thrill están formados por el que fuera bajista en Great White Tony Cardenas-Montana (más tarde en la banda en Jack Russell y también la de Slash) y Brentt James Arcement de Bulletboys. Este álbum debut del dúo es hard rock de clase y calidad, con sus toques de blues, que se endurece por momentos.

El disco arranca con un tema jovial y alegre como es "Lovesong", con un arranque cercano al punk y un estribillo de lo más comercial y pegadizo. La cosa se pone un poco más seria con "Misery", donde la armónica le da ese toque blues a un tema de guitarras pesadas. "The grind" tira por una base funky, con el bajo muy presente, y unos teclados que le añaden gancho. "Sugarbowl" es una canción de blues rock, donde Tony pone sus cuerdas vocales al límite, dotando al tema de mucho sentimiento.

La siguiente "Ready to roll" tiene chulería y va subiendo en intensidad. Un tema sencillo pero un gran trabajo en los solos de guitarra, que acompañan los rasgados fraseos de Montana. Hora de volver al rock con "Just enough", buenos riffs y grandes coros en el estribillo. "Crazy" es la balada del disco, con una guitarra bluesera y algunos embites de potencia. "Mississipi" es en plan acústico, y corta un poco el ritmo del disco al ir después de la balada. No es un mal tema, Tony luce voz, pero quizá habría encajado mejor en otro momento. Para cerrar "Unaware", vuelve al blues-rock, acompañado en algún momento por voces femeninas.

Para ser honesto, el álbum se desincha ligeramente en la segunda mitad. Empieza con frescura y gancho, pero la monotonía se adueña de él a medida que avanzan las pistas. Va sobrado de clase y el trabajo en las guitarras es destacable, además de las voces que son toda una sorpresa, pero le falta un poco de fuerza para conseguir mantener la atención durante toda la reproducción. Aún así, dale una oportunidad.