OSees – Dreary Nonsense
Con una banda tan prolífica como Thee Oh Sees , cada nuevo lanzamiento nos puede parecer algo engorroso. Desde 2003, la banda ha lanzado casi 25 álbumes y ha pasado por varios cambios de nombre diferentes: OCS, The Oh Sees, Thee Oh Sees y ahora Osees. En todo ese tiempo, la única constante detrás del grupo ha sido John Dwyer, el enigmático guitarrista que sigue siendo tan enérgico y vanguardista como siempre.
El último gran lanzamiento del grupo, el fuerte pero hinchado álbum doble Face Stabber , llegó el año pasado, y con él culminó un período particularmente fructífero para la banda, entonces conocido simplemente como Oh Sees. Bajo ese apodo, Oh Sees comenzó a lanzar sus álbumes con portadas de estilo Heavy Metal, del tipo que presentan monstruos y duendes, y dejar que su sonido cambie a expansivo y progresivo. Desde entonces, ese período ha sido aclamado como una especie de renacimiento, con algunos de los mayores aplausos de la crítica siempre rivalizando con sus mejores álbumes de hace casi una década. Ahora con Protean Threat , la banda ha intentado comprimir ese sonido en algo un poco más digerible o accesible, para continuar con su racha exitosa.
Protean Threat es un muy buen album, aunque poco hace por distanciarse de los lanzamientos anteriores. Cada canción comparte el sonido y extructuras de Face Stabber, pero Dwyer infunde a sabiendas, suficiente melodía en clave sobresaliente para suavizar y diferenciar viejas extructuras. “ Upbeat Ritual” y “Red Study” combinan perfectamente la fórmula pop rock progresivo de Dwyer con su producción más ecléctica y ayudan a definir el tono sónico de todo el álbum. “ Said The Shovel” y “Caophyr '74” son viajes sorprendentemente divertidos y esotéricos, siendo un oasis rico en agua dentro del álbum.
El álbum nuevo de Dwyer and company es otra adición bienvenida a su vasto catálogo y demuestra que cuando los Osees lancen otro álbum el próximo mes, visto lo visto, probablemente será tan fuerte y adictivo como este Protean Threat.
Javi Metal
Un poco de mala hostia.
Una porción grande de locura.
Unas rayitas de alegría e ilusión.
Y como siempre bastante cabezón.