Dejemonos de nimiedades, y pasemos a cosas serias. Ya habia llovido un poco desde que en 1994 asistiera a mi primer concierto, pero este dia, la cosa subió de nivel.
No lo voy a negar, soy una locaza de MetallicA. Con criterio, eso si.
Corría el año 96 cuando pude ver por primera vez a la banda que me he acompañado toda la vida (os agradeceré que no dejéis ningún tipo de comentario sobre giras anteriores y pasadas visitas a la Ciudad Condal, gracias).
Si, no venían presentado el mejor disco de su carrera (y aunque de primeras quizá no me lo pareció, a posterior lo he disfrutado miles de veces, larga vida al «LOAD»), pero MetallicA son MetallicA, y aunque habrá muchos que piensen lo contrario, en directo siempre dan la talla.
Para colmo, venían acompañados de Corrosion of Conformity y su «Wiseblood». Por todos es sabida la amistad existente entre Pepper Keenan y James Hetfield, que intentó con esta oportunidad, abrirle fronteras a la banda de su colega. Cierto es por otro lado, que un Palau Sant Jordi no es quizá el mejor recinto para disfrutar la propuesta de C.O.C.
Tras la actuación de los de Carolina del Norte, y tras 3(!!) interpretaciones de «Hero of the Day» por parte de MetallicA para grabar un videoclip en directo, empezó el show.
Por aquel entonces, ya venían con su escenario central, cosa que en su momento (y todavia ahora) no se prodigaba mucho, y que me parece un acierto total para grandes recintos.
Quizá por mi mente adolescente impresionable, ese concierto irá conmigo el resto de mi vida.
