Ni 6 meses han tardado los británicos Make them die slowly, en darle continuidad a su disco debut "Ferox", publicado apenas en Abril de este desastroso 2020. Imagino que la imposibilidad de girar, ha obligado a muchas bandas a centrarse en la composición, aunque no es muy normal que se editen dos trabajos en un lapso tan corto de tiempo. O se sentían muy inspirados y no querían dejar pasar la oportunidad, o tenían sobras del primero y aprovecharon para grabarlas en una segunda tanda...lo desconozco.

Make them die slowly no son ningunos principiantes, entre sus miembros encontramos a R. Kordhell (Mick Kenney), que es miembro de  Anaal Nathrakh y también ha formado parte de bandas como Dethroned o Mistress, al igual que The Void (Duncan Wilkins), que también toco con los primeros en directo y también fué parte de Mistress. En Make them die slowly centran sus composiciones en la imaginería de las películas de terror, creando muy buenas ambientaciones, y presentando unas producciones cristalinas y de sonido moderno. Sin embargo, aunque puedan ser encasillados por la producción y la inclusión de algunos elementos electrónicos, en algún género cercano al metalcore, incluyen pasajes muy emparentados con el Black o el Death absolutamente brutales.

Como un ente fantasmagórico pues, aparecen Make them die slowly para entregarnos dos discos en un año de pesadilla. Yo lo he disfrutado bastante, pues es un sonido diferente y los temas son muy variados, haciendo de la escucha un rato muy entretenido y agradable. Una intro a piano, y con la radio y las sirenas de la policia de fondo, dan inicio a esta persecución del asesino a través de 9 temas más. La cosa empieza de forma frenética, después de un grito terrorífico, y "The bodycount continues" estalla con la voz de Kenney erizándote el vello. Buenos cambios de ritmo y partes melódicas que expanden la atmósfera de la canción, acompañados de alaridos asesinos. "The terror begins" tiene muy buenos riffs, sonando casi industrial, es un tema pesado, machacón y con mucho cuerpo. "Slaughter high" pone las cosas serias con un ritmo muy Black Metal, y unos teclados atmosféricos, que sirven para ir afilando los cuchillos. Me encantan muchas de las intros que contienen los temas, acercándose a cualquier película de intriga o ciencia ficción ochentera, como en "Camp Cadaver". No deja de ser otro tema asesino, con un estribillo armonioso, que pone un poco de dulzura a tanto vertigo. "Doofus" vuelve a sonar Black Metal, con un ambiente terrorífico y opresivo.

Otra intro de la que os comentaba aparece en "Hack-o-lantern", digna del Halloween de Carpenter, unas teclas que irán acompañando al tema en momento precisos darle un toque fantasmagórico a los aplastantes riffs y la crujiente batería. Apasionante también "Thrill me!", una de las más diferentes del disco, al ser la más melódica y reposada, sin dejar de ser aterradora. Velocidad endiabla para encarar la recta final con "Street Trash", y cerrar con "Dead alive", que es como os quedaréis con este disco. Una genial manera de aunar el mundo de las películas de terror, fielmente trasladado a una música pesada y contundente, reflejada con matices ambientales y atmosféricos que crean una sensación de angustia, nerviosismo y ansiedad con detalles puntuales. Como si de una Bella y Bestia, o Doctor Jekyll o Mr. Hyde se tratara, Make them die slowly saben ofrecer lo mejor del horror con momentos bellos, épicos y sensibles que crean un contraste muy atractivo.

Muy entretenido, dáles una oportunidad, merece la pena.