Insidious Disease es el supergrupo de Death Metal de la vieja escuela formado por el vocalista Marc Grewe (Morgoth), los guitarristas Silenoz (Dimmu Borgir) y Cyrus (Susperia), Shane Embury (Napalm Death, Brujeria) al bajo y el batería Tony Laureano (Nile, Malevolent Creation, Acheron). Insidious Disease se formaron en 2004, lanzando su debut “Shadowcast” en 2010, su música es sin lugar a dudas todo un tributo al estilo de la vieja escuela de bandas como Death, Possessed y Pestilence.
Dicho esto, dado el alto calibre de esta banda, las expectativas de este disco son muy altas y no defrauda, siendo una toma auténtica, genuina y lujuriosa del sonido de la vieja escuela. 'Soul Excavation' ruge con guitarras cortantes masivas y un ritmo de martilleo para igualar fuerzas mientras Grewe ruge como un oso salvaje, magníficamente brutal, mientras Laureano muestra por qué de hecho es conocido como un batería 'extraordinario'. Los ritmos son enormes y aplastantes, así como las melodías súper pegadizas, todas magníficamente arregladas para la máxima devastación, lo que contribuye en gran medida a justificar la etiqueta de 'súper' grupo de Insidious Disease. 'Invisible War', las gruesas y sucias guitarras gemelas junto con el martillo de bajo distorsionado de Embury y los ritmos gigantescos que sacuden todo tu cuerpo, teniendo una culminación fulminante. 'Born Into Bondage' se desata literalmente en medio de una avalancha de contrabajo de Laureano, mientras que Silenoz y Cyrus te destruyen por completo a través de sus aplastantes muros de riffs poderosos, con un final frenético. De hecho, sin que disminuya su calidad en las 7 pistas restantes de este apasionante segundo disco, una maravilla.
Insidious Disease demuestran que hay vida después de la muerte incluso después de una década en la morgue, te aplastara con este magnifico trabajo.
