Una sorpresa para nosotros que nos permitan escuchar previa a su salida, uno de los discos más esperados desde que se anunció la vuelta al estudio de la reunión de Helloween para darle continuidad a ese tema que compusieron entre todos "Pumpkins United". El hype está por las nubes, y entre nuestros colaboradores no iba a ser menos. Les ha quedado una formación de lo más curiosa con 3 guitarristas, y 3 cantantes, aunque Kai Hansen aparece esporádicamente, quedando las tareas vocales en las privilegiadas gargantas de Andi Deris y Michael Kiske. No os voy a engañar. Llevo unos años algo desconectado de las calabazas, ya que sus últimos lanzamientos no me acababan de enganchar (de hecho creo que Unisonic les pasaba la mano por la cara con sus lanzamientos). De hecho, no les sigo mucho la pista desde "The Dark Ride", pero verlos en el Rockfest reavivó mi nostalgia y volvió a prender la llama de la ilusión por ellos. He escuchado todos sus trabajos, pero ya desde "Rabbit don't come easy" no consiguieron encadilarme y aunque parezca oportunismo, esperaba con bastante curiosidad este disco, después de escuchar los dos primeros adelantos, con 2 vertientes claramente diferenciadas. Y si a esto le sumamos que Gamma Ray lleva bastante tiempo en el ostracismo, y que tampoco es que estuvieran para tirar muchos cohetes, blanco y en botella.
Entonces, ¿es para tanto toda la expectación que se ha creado alrededor de este lanzamiento? Pues en parte si, pero con sus peros. La vuelta oficial la marca "Out for the glory", con una especie de intro alienígena que liga el sonido con la estética de sus nuevos videoclips. Tras la intro, más de uno empezará a sonreir, porque el sonido personal de los Helloween de antaño vuelve a la palestra, sumado a las primeras líneas vocales que graba (sin contar el tema antes mencionado) Kiske con su antigua banda. Melodías alegres y velocidad endiablada, con aportaciones de Kai Hansen a las voces que te transportan a la época del "Walls of Jericho". Quizá deberíamos darles posesión del término "triplet-guitars", porque lo de las twin ahora se queda corto (ojo, que si el término no está acuñado, me lo adjudico desde ya). El segundo tema ya lo conocíamos, y no es otro que "Fear of the fallen", muy en la línea de Andi Deris, y que me transporta al "Master of the Rings" por momentos., con un inicio lento pero una explosión inminente de guitarras cañeras y baterías poderosas. Kiske se suma en los estribillos y algunos versos, pero esta vez es Deris quien se luce. Sucesión de solos y detalles técnicos que adornan la canción, haciendo de ella un buen cañonazo. En la tercera "Best times" volvemos a encontrarnos con las melodías alegres características, aunque queda un pelín más descafeinada, al tener menos presencia de guitarras y un ritmo más pausado. La verdad es que no es de las que más destaca en el cómputo global.
El bajo de Grosskopf (muy presente en todo momento, por cierto) da inicio a "Miss Pollution", un tema menos power metal y más rockero, con un estribillo made in Andi Deris. Puede ser de los que más se alejen del sonido general de la banda, pero les ha quedado la mar de resultón. "Angels" también se sale de lo pre-establecido, proponiendo un estribillo entre épico y melancólico, con partes más potentes. Es un tema escrito por Gerstner, así que es normal que sea de los que menos enraizamiento pueda tener con el "sonido clásico". "Rise without chains" navega entre el power y el heavy, con cabalgadas veloces y riffs destacables, pero tampoco me acaba de enganchar con esos cambios de ritmo tan contrastados entre potencia y velocidad, con melodías y pausas. "Indestructible" se filtró antes de la salida, y no parecía ser gran cosa, pero con las medianías que llevamos despues de los dos primeros cañonazos, gana enteros y sube posiciones. Por lo menos suena con más garra y Deris, Kiske y Hansen ponen sus respectivos granitos de arena para darle un carácter más personal. Por suerte, la intensidad vuelve a ir in crescendo con la powermetalera "Robot King", que suena cruda como algunas de las destacadas del discazo "The time of the oath". No está mal, pero tampoco es para tirar cohetes.
Por suerte "Cyanide" logra que vuelvas a recuperar algo de fé. No dejo de tener la sensación de que son los temas de Deris los que siguen salvando los muebles, con reunión o sin ella. Sus temas tienen un sello personal muy reconocible, y es de agradecer. Esta canción cabalga entre el power, el heavy y el rock con maestría, trayendo varios escenarios diferentes de melodía y cambios de ritmo. El siguiente tema es obra de Weikath, y parece un intento por coger los elementos destacables de las distintas épocas de la banda y unirlos en un mismo tema, con un resultado no del todo satisfactorio. Tiene velocidad, tiene melodía, tiene potencia, pero no acabo de cogerle el punto. Y tras este anterior tema, encontramos "Orbit", que sirve de enlace al tema de Hansen "Skyfall", que ya presentaron por todo lo alto. Eso sí, aquí tenemos la versión extendida que alcanza los doce minutos, y que cubre todos los espectros que podríamos esperar. La épica, la crudeza, la melodía, la potencia y la contundencia si se dan la mano esta vez con éxito, en lo que si es un perfecto resumen de lo que fueron y lo que son (o deberían ser) los alemanes. Cambios de ritmo, alternancia de vocalistas, y un resultado bastante majestuoso. Aquí si podemos decir que es de lo mejor que han compuesto en muuuuchos años.
Volviendo al planteamiento inicial, ¿está justificado el hype? Pues si, justificado de sobras. Pero si me preguntáis si el resultado es satisfactorio, personalmente os diría que no, o no en su totalidad, y que después de escuchar los dos primeros adelantos, para mi la palabra es decepción. El disco empieza que encandila, y el cierre es espectacular, pero la mayor parte de lo que ocurre entre el principio y el final es bastante justo. Pocos momentos destacables, a parte de lo ya destacado, lo que unido a las grandes expectativas generadas, se queda en un "pues podría estado mejor". Seguramente este disco les sirva para seguir llenando recintos durante sus próximas presentaciones, pero no sé hasta que punto aguantará el globo, o se empezará a deshinchar poco a poco.
Alex A.
PCDM.
Die-hard fan de Metallica. Degustador de todos los estilos, aunque con criterio.
Fiel seguidor de la saga Star Wars y de las aventuras de Son Goku.