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Ya hacía días que veníamos avisados que el domingo podía torcerse la meteorología, y yo que soy de muy mal dormir, me desperté al oír un repiqueteo en la ventana de nuestro alojamiento. Efectivamente, empezó a llover bien temprano, y al cabo de un rato estaba cayendo la de dios. Mal asunto, porque teníamos pensado acercarnos al festival a primera hora para ver a Naglfar, y no pudo ser. Retrasamos un poco la salida ante los claros que se iban abriendo en el cielo, y tuvimos la suerte de que empezó a despejarse por completo. Ahora nuestra duda era como iba a estar el recinto...Pero el Graspop es un festival de categoría y no tiene que preocuparse por estas cosas. Con gran parte de las zonas de los escenarios, recubiertas de una especie de puzzle de plástico antideslizante, evitan la formación de barro. Además, a esas horas, gran parte de los asistentes aprovecharon para cobijarse en las carpas.

Así entonces, cuando llegábamos se preparan los japoneses Crossfaith para asaltar a todos los presentes. Me jorobó bastante el solape con Dirty Honey, pero cuando vas a un festival, ya sabes que algo te vas a perder. Los japoneses venían a darlo todo (quién decía que las bandas japonesas no salían de sus país en estas fechas?...en fin) y soltaron un "Xeno" brutal nada más de inicio. La gente estaba recién levantada y medianamente fresca de energia así que la entrega fué recíproca. "Monolith", "Jagerbomb", la nueva "Gimme danger"...daba igual lo que tocaran porque la rabia que le ponen hace que todo salte por los aires. Potencia y diversión nos dieron los japoneses, y nosotros encantados.

Después tocaba algo de pausa, con la elegancia y las tablas de Rival Sons. Los californianos, sobrios, venían a repartir guitarrazos mientras su cantante derretía alguna otra cosa, mientras lucía de esa garganta privilegiada que posee. Pura magia y sentimiento es lo que ofrecen estos americanos, que arrancaron con algunos de sus temas más antiguos, y no fué hasta la mitad de su set, que ofrecieron algunos de los más nuevos.

Tras los americanos, se acabaron los remilgos, y los belgas Evil Invaders no iban a dejar pasar la oportunidad de liarla parda en casa. Con cañones de humo, y sus pies de micro giratorios, no les hizo falta mucho más a parte de un set-list demoledor, para poner patas arriba a sus compatriotas a base de thrash metal punzante. Fueron 10 temas asesinos, uno tras otro, sin florituras ni pausas innecesarias, en la que la banda fué a cuchillo y en plan demoledor. Con la contundencia por bandera, ofrecieron otro de los bolos más memorables que vivimos en el festival, y porque no decirlo, de este género tan poco representado en esta edición del festival.

Sastisfechos como cerdos engorilados revolcándose por el barro, nos quedamos extasiados y con pocas ganas de movernos, así que como Tyler Bryant descargaba en la ooootra punta del festival, nos quedamos a ver a unos debutantes en mi "agenda-de-no-vistos" como Skillet. Si no los he visto es porque no he querido, porque aunque pocas, alguna vez han tocado en mi ciudad, y tengo que decir que después de verlos, la próxima vez que me los pierda será a conciencia, porque en ningún momento me parecieron nada del otro mundo. Tampoco es que viera al público disfrutar de lo lindo, salvo momentos muy puntuales, pero me parecieron bastante prescindibles. Su guitarrista es la que da más juego, porque su forma de tocar es bastante agresiva y vistosa, pero su líder me parece bastante soso y su voz tampoco me parece para echar cohetes. Me resultaron algo empalagosos, pero para opinar, hay que ver.

 

Tras todo el ajetreo que llevábamos en el cuerpo, podríamos decir que el festival empezaba a acercarse a su fin, pero aún nos quedaban algunos caramelos. Y el siguiente no era otro que los Me and That Man. La banda de country-blues oscuro de Nergal ofrecía su liturgia en la pequeña de las carpas, así que nos sorprendió que estuviera abarrotada hasta la bandera. El tipo sabe mover gente, y cae bien, y este nuevo proyecto suyo fué muy bien recibido en su momento, supongo que por la diferencia de propuesta con su banda madre. Tintes de folk por aquí, guiños a Cash por allá, y el líder de Behemoth en su salsa disfrutando de esta nueva faceta. Fueron tan solo 7 temas, pero la congregación que se vivió allí fue sublime. Actitud, diversión y unos temas distintos a lo que estamos acostumbrados, para salirnos de nuestra zona de confort y saborear otros sonidos.

De vuelta al escenario principal (que pateo por dios) nos esperaba el viejo hombre de los ojos negros. Alice Cooper y su tropa traían su circo del horror a tierras belgas, y eso nunca se debe pasar por alto. De las viejas glorias, es de lo que está más en forma, y aunque su repertorio no suele cambiar mucho, sabes que es caballo ganador. No faltaron "Feed my Frankenstein", "No more mr. Nice Guy", "Hey stoopid", "I'm eighteen", "Poison" ni las típicas que no suelen faltar, así como los trucos que siempre nos ofrece, pero nunca les falta efectividad y a la gente les encanta. Si algo ha sabido hacer bien también el sr. Cooper, es rodearse de una banda de aúpa, que son los le insuflan energía al show con más vitalidad. El increible escudero que es Chuck Garric, la presencia de Ryan Roxie, la vistosa Nita Strauss y sus posturas(y lo digo por como trata a su guitarra malpensados), el poderoso Sobel a los parches...es que no cojea ninguna posición. Bolazo de Alice Cooper y van...

Ante la que se nos venía encima por cansancio ya, y el cielo que empezaba a encapotarse de nuevo, nos fuimos de nuevo hasta la pequeña de las carpas (toma pateo otra vez) para vez el psicodélico show de Kadavar. El stoner de los alemanes tiene muchos adeptos, y aunque no es mi banda favorita del género, tampoco me iba a negar a verlos en directo. Tan solo tocaron 5 temas, pero fueron más que suficientes para satisfacer a su parroquia. No se puede negar que su rock vintage es marca de la casa.

Después de Kadavar si hicimos una breve pausa, pasamos olímpicamente de Deep Purple (y bien que hicimos visto lo que vimos al volver al escenario principal), e hicimos algo de tiempo para ver a los surferos Fu Manchu. Si bien pueden tener algún parentesco lejano con los anteriores Kadavar, sus directos distan mucho unos de otros y son mucho más divertidos y festivos. A veces no sabes desde que plano astral actúan, pero su música se disfruta sobradamente desde el plano terrenal. "Hell on wheels", "Clone of the universe", "Evli eye", su versión del "Godzilla" de Blue Oyster Cult...fueron todo temas disfrutables hasta que tuvieron algún problemilla con la guitarra de Scott Hill, que reventó su ampli. Tiempo de arreglarlo y poco para más. Un tema más y se acabó.

De vuelta a los gemelos, vimos algo de Deep Purple. Suerte que no nos quedamos porque aquello parecía una jam eterna, con un Ian Gillan desaparecido desde hacía 15 minutos, y el resto de la banda intercambiandose solos. Al igual que con Scorpions, Deep Purple deberían empezar a plantearse seriamente el retiro y empezar a disfrutar de la fortuna y fama acumuladas...Corren el riesgo de acabar conviertiéndose en una parodia total, y eso sus seguidores si que no se lo van a perdonar.

Ahora si que nos quedaba poco de poco, y aunque algunos de vosotros flipareis y nos maldecireis por habernos perdido bandas como Amorphis o Sepultura, ahora tocaba sacrificar a Dimmu Borgir para ver a Deftones. Otros que no había visto nunca antes, y de los que tampoco había oído hablar muy bien por lo que se refiere a sus directos. No me malentendais. Tengo entendido que en sus inicios daban shows matadores y demoledores, pero ya hace tiempo que no son esa banda. Y en cuanto los vi lo comprendí. Me pueden gustar más o menos sus primeros lanzamientos, pero personalmente no me gusta nada la dirección de sus trabajos más recientes. Y aunque si, esa noche tocaron "My own summer(shove it)", "Around the fur" (que destrozo...), "Be quiet and drive", "Digital bath", "Change"...mi mente entró en un estado de sopor del que ya no pudo salir. El estado de forma de Chino Moreno no es el mejor, la formación de circunstancias que lo acompaña tampoco, pero es la forma en la que defiende los temas lo que acaba de hundir el barco. No hay mucha pasión en lo que hace y eso la gente lo percibe. El sobrio show que ofrecieron tampoco ayudó a que la cosa despegase. Así que ni pena ni gloria para los californianos...y hasta la próxima en la que os pueda ver por casualidad, porque en una sala no me vais a ver.

Ahora si llegaba el show final, y entre alegres y tristes, afrontábamos Sabaton con sentimientos enfrentados. Reconozco que me indignó sobremanera cuando me cambiaron a los cabezas de cartel, y me enchufaron a Sabaton a cerrar el festival. Pero que cojones, me hicieron disfrutar y su show tiene pocos rivales a dia de hoy. Vale, nos lo podemos tomar con que suplen la carencia de diversidad sonora con un show visual, pero cuántas bandas te pueden divertir durante dos horas que parecen 5 minutos? Pues pocas. Arrancar con "Ghost division" es dejar las cosas claras, "Stormtroopers", "Great War" y el estreno de la nueva "Race to the sea", acompañado todo de innumerables fogonazos, pirotecnia y hasta un bazooka elevó el ánimo de los asistentes hasta el infinito y más allá. No faltaba el tanque en la batería que disparaba salvas cada dos por tres. "The red baron", "Bismarck", "Carolus Rex"...si, todo sonaba parecido pero lo estábamos disfrutando como niños. También estrenaron la nueva "Dreadnought" y así nos íbamos acercando a un final con "The last stand", "Primo Victoria", "Swedish Pagans" y "To hell and back", donde absolutamente todo explotó por los aires, dejándonos exhaustos.

Los suecos ponían punto y final a las actuaciones de esta 25 edición del Graspop Metal Meeting, que más adelante analizaremos desde otra perspectiva, y su actuación dió paso al himno del festival, junto a un castillo de fuegos artificiales que ríete tu de las Fonts Màgiques de Montjuich. Mientras íbamos en procesión hacía la salida del festival, íbamos recapitulando todas las vivencias, anécdotas, descubrimientos, decepciones y locos de nosotros, fantaseando con próximas ediciones. Es lo que tiene la música y los festivales, que nos vuelven completamente locos...No mucha gente puede entenderlo, pero eso que nos llevamos con nosotros.