El sábado empezábamos pronto. No queríamos perdernos la descarga de Tribulation, y eso hizo que el despertador sonara antes de lo que nos hubiera gustado, pero la vida festivalera es así. Unas cuántas tazas de café, , una ducha para saber saber donde estás, un fuerte desayuno y a la carretera camino del recinto. Cuando llegamos, y tras un registro y acceso fugaz, paseo por el stand de merchandising para ver las nuevas llegadas, con precios igualmente desorbitados, y mirada curiosa al show que Kontrust estaban dando en uno de los escenarios principales. Los madrugadores asistentes parecían estar disfrutando, pero nosotros habíamos llegado para ver tranquilamente a Tribulation, que tocaban en la carpa grande, y para allí que nos fuimos. Los suecos desprenden clase con sus intrumentos pese a su oscura propuesta, y todos los presentes gozaron de su show, pese a los rayos de sol que se colaban desde la entrada y hacía temer que alguno de los vampiros terminara conviertiendose en ceniza. Pese a lo sobrio de su puesta en escena, Tribulation dieron un buen recital en los 45 minutos de los que dispusieron, acabando a tiempo para permitirnos vernos un ratito de la actuación que Michael Schenker estaba ofreciendo en los gemelos. Buen show del guitarrista (al menos el ratito que pudimos ver).

Nos quedamos en los gemelos para ver la descarga de Blues Pills. Su vocalista Elin Larsson es todo un torbellino, y así lo demosotró no parando de moverse por todo el escenario, de bailar, y hasta de bajar a saludar al público y pegarse un crowdsurfing por las primeras filas. La cantante lleva el gran peso de la actuación, y suele llevarse todas las miradas, pero eso también se lo puede permitir gracias a la perfecta base que le proporcionan los músicos que la acompañan. Si bien es cierto que no acaparan tanta atención, su efectividad y precisión está fuera de toda duda, y ahí quedaron las interpretaciones de temazos como "High class woman" con la que abrieron, u otros clásicos de su repertorio como "Bye bye birdie" o "Devil man". Éxito garantizado este grupo, los veas donde los veas.

Ya que estábamos ahí, nos picó la curiosidad ver en que estado de forma estaban Europe. "Wal the earth" sonó perfecta, pero es que de segundas ya nos atizaron con "Rock the night" que sonó a gloria y nos ganaron para ver toda su actuación. Europe llevan años a un nivel superlativo, y aunque puede que a algunos no les acaban de enganchar sus últimos trabajos, en directo son una maquinaria perfecta y hacen que todo suene bien. Tempest tuvo y retiene, y el carisma le sale por las orejas. Intercalando temas clásicos con otros más recientes mantenían a la audiencia atenta, y es que cualquier clásico de Europe en directo vale oro y te deja extasiado un buen rato. "Scream of anger", "Carrie", "Ready or not", "Sign of the times", "Open your heart", "Superstitious", "Cherokee" y la otra...a ver quien puede presumir de semejante repertorio, y otras tantas que tienen en la recámara...aplastantes Europe y una agradable sorpresa que no teníamos en principio intención de disfrutar, por la de veces que les habíamos visto con anterioridad. Por suerte, enmendamos el error que íbamos a cometer.

Aprovechando la técnica que aprendimos sobre la marcha, nos dimos media vuelta hacia el otro escenario para la descarga de los alemanes Eisbrecher. Esperaba mucho de su show, y sinceramente, me decepcionaron bastante. Sonaron bien y ofrecieron un buen show, pero por alguna razón, yo no acababa de despegar con ellos. Arrancaron con "Verruckt", un clásico de sus primeros álbumes y luego siguieron con temas más nuevos, pero no me acabaron de enganchar. También es verdad que con la privilegiada hora que ocupaban en el cartel, esparaba un show más trabajado, pero nunca llegó. Se despidieron con la ya típica versión de Megaherz y se fueron como habían llegado.

En la siguiente actuación si que nos jodía la agenda a base de bien. Escoger entre Foreigner, Walls of Jericho e Insahn fué algo difícil y doloroso. La propuesta de Insahn en solitario quizá era la que menos nos atraía de las tres, pero coño, era Insahn...y Walls of Jericho suelen liarla parda en directo, y había muuuuy poco hardcore en el cartel. Finalmente nos inclinamos por Foreigner, por gustos, por trayectoria, porque quizás es de los que menos se prodigan por España...y quizás la cagamos. Y os diré porqué. ¿Fué cosa de como sonaron, de los temas que tocaron? Pues no, ante eso, nada que decir. Pero la "formación" actual de Foreigner es casi un chiste. Podría tratarse perfectamente de una banda tributo, porque ahí no queda ni el tato de los que supuestamente deberían integrar Foreigner...Que si, que todo sonó perfecto, que Hansen es un enorme frontman y cantante, pero ahí cojeaba algo. Por lo demás, temazo tras temazo. "Double vision", "Cold as ice", "Head games", "Feels like the first time", "I wanna know what love is"...no faltó ni una, pero algo nos seguía chirriando, en fin...

El ánimo había desfallecido un poco después de las dos últimas actuaciones, pero por suerte, todo eso iba a cambiar de un plumazo. Los encargados de haber borrón y cuenta nueva fueron Down. Madre mía que antológico bolazo se pegaron los americanos, ante una carpa que no se vino abajo porque estaba bien montada, pero es que ahí dentro se lió la de dios. Con un Phil Anselmo que se lo pasaba bien, porque estaba la mar de simpático. Cayeron temarrales uno tras otro, y la gente se iba disparando en intensidad. "Lysergik Funeral Procession" abrió la caja de los truenos, seguida de "Hail the leaf", la enorme "Lifer", "The seed"...una orgía tremenda de éxtasis provocada por Down, que acabó erigiéndose como uno de los bolazos del festival. Totalmente tremendo.

De vuelta a los escenarios principales para ver a Five Finger Death Punch, pudimos ver algo de la actuación de Saxon, y la verdad que los sajones no parecían estar pasándolo muy bien. No sé si el calor, el trajín de las giras, o el que, pero a Byfford no se le veía cómodo. Por otro lado, 5FDP ya tenían listo su escenario para asestarnos su golpe. No os vamos a engañar. La cosa empezó bastante floja, pero a partir del tercer tema la banda empezó a notarse más caliente y lo contagiaron al público. La melódica "Wash it all away" fué que empezó la comunión con la audiencia y a partir de ahí la cosa empezó a desmadrarse. Su líder puede ser un poco bocazas, y a ratos peca de charlatán, pero saber como llevar un show. "Jekill and Hyde", "Far from home", "Sham Pain"...sonaron bien, pero fué "Burn MF" la que puso todo patas arriba. Nos hicieron agacharnos a todos y el despiporre fué absoluto. Llamaradas por todas partes y la gente saltando como posesos. "Lift me up", "Under and over it" y "The bleeding" pusieron punto y final a una actuación que fué de menos a más.

Después de esto, no sabíamos como nos iban a entrar Judas Priest. Aunque se puede resumir en "sorpresa". El estado vocal de Rob Halford nos sorprendió gratamente, así como la fulgurante recuperación de Ritchie Faulkner. Con un escenario que se asemejaba a una metalurgia abandonada, los maestros de todo esto, dieron un gran recital. Es cierto que a Halford a veces se le notan dificultades para moverse, pero en lo artístico cumplió como hacía años que no lo hacía, aunque sí, sabemos que la tecnología está ahí y los reverbs y ecos le echaban una mano. Arrancar con "One shot at glory" fué todo un acierto, porque nos dieron en la frente, al igual que siguiendo con "Lightning strike". "Freewheel burning" nos dibujó una sonrisa en la cara, al igual que "Turbo Lover" o "Hell patrol". El resto, un show clásico de Priest, con su emblema luminoso colgando del techo, motos...y un toro hinchable que apareció en el último tema y al que no acabamos de encontrarle mucho sentido...Bravo por los Priest!

Nuestra jornada la cerraban hoy Korn. Estábamos dudosos, porque las veces anteriores que los habíamos visto habían sido un verdadero tostón, pero una banda que parece reformada, lejos de excesos y disfrutando lo que hacían, nos ofrecieron un show de categoría. Arrancaron con "Here to stay" de un lejano ya "Untouchables", y seguida de esta ya se la sacaron con un "Got the life" que sonó aplastante, seguida de "Falling away from me". Momento para una nueva "Start the healing", y una bastante reciente "Cold". Después de esto el concierto ya cogió categoría de antológico, y los clásicos fueron cayendo uno tras otro con una potencia sonora endiablada. La gente lo disfrutó de lo lindo y los americanos consiguieron que nos volviéramos a unir a su causa. "Somebody someone", "Coming undone", "Freak on a leash", "A.D.I.D.A.S.", "Blind"...no faltó ni una. Bolazo de Korn.

Con esto, y extasiados por completo, nos retirábamos sin saber si aguantaríamos otro día más. Si ya estábamos así con tres días, no queremos ni imaginarnos la paliza tremenda que deben haber sufrido a los dos fines de semana consecutivos de Hellfest...madre mía!