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Para bien o para mal, Ektomorf siempre van a tener el estigma de exprimir el sonido creado por Sepultura años antes de su aparición en la escena metálica. Sin embargo, hay que destacar el hecho encomiable de intentar distanciarse, ligeramente, de ese sonido del que tanto abusaron en sus inicios. En un lanzamiento con mucho más groove, Ektomorf cumplen ya 26 años en la escena, y no se llega a esta edad copiando al dedillo lo que nos ofrecieron los brasileños, así que algo más tendran. Tesón no le falta a su líder Zoltan Farkas, que ya cuenta con 14 álbumes a sus espaldas, y la verdad, bien podría disfrutarlos en un festival (ojalá lo antes posibles) a media tarde con su colección de hits y una buena y fresquita cerveza en la mano (puta nostalgia...).

Poco hay que añadir cuando abres un disco con un tema de título "Ebullition", que revienta como si hubieran estado contenidos durante estos largos dos años entre el anterior lanzamiento y este. Unos buenos riffs, una batería machacona y un estribillo resultón dan forma a este arranque poderoso de variados ritmos. "Reborn" es otra muestra de su thrash de guitarras crudas, con un interludio acústico y una parte muy melódica, que le dan un toque diferente al tema. El bajo da inicio a un tema pesado como es "And the dead will walk", resultando un tema algo lineal y monótono, que se anima un poco al final con esa repetición del título de la canción. No puede ser más Ride the Lightning el inicio de "Fear me", otro tema thrasher que da un giro poco antes del final. De forma acústica arranca "Where the hate conceives", para luego enchufarse y volver a ofrecer algunos de sus mejores riffs, y uno de los temas más destacados en su conjunto al aunar velocidad, guitarras hirientes y una sólida apisonadora tras los parches.

Y hablando de rayos, truenos y campanas...nos dan la bienvenida en "The worst is yet to come". Un tema que te hará mover la cabeza o seguir el ritmo con el pie (o ambas cosas), mientras progresa su desarrollo y acaba con un arreón final, tras un breve respiro tras pasar el ecuador. No estoy muy seguro que ahora sea el mejor momento de ofrecer una instrumental de más de siete minutos, pero ahí está. "Forsaken" ofrece muchas facetas de la banda, y cada miembro tiene su momento, destacando el sonido del bajo en varios de ellos, en la que podría ser su "Orion" particular, ya que esconde muchos cambios de ritmo y diferentes melodías, bien ensambladas y ejecutadas. Y para cerrar sin tregua, y quizá también con mensaje, "Smashing the past", que no se detiene ni un segundo y sigue mostrándonos esa áspera voz de Farkas. A buen seguro acabarás moviendo la cabeza con su ritmo pesado, y te dejaras llevar por ese embite final en el que acaban de vaciarse del todo.

No esta mal esta nueva entrega de los húngaros, en la que siguen trabajando por ofrecer alguna cosa nueva a lo que ya nos tienen acostumbrados. Temas agresivos, pesados, guitarras hirientes...pero faltos de algo que acabe consiguiendo hacerlos destacar por encima del resto. Zoltan Farkas sigue buscando ese elemento diferenciador que les haga sobresalir, ni que sea ligeramente, sobre los demás, pero no acaba de encontrarlo.