Bretus – Magharia

La banda italiana Bretus se formó en Calabria en el año 2000. Muy influenciados por las obras de HP Lovecraft y las películas clásicas de terror y el misticismo de los 70, amantes de la oscuridad y el misticismo, aportan a su música bastas influencias de Black Sabbath para engendrar un Doom rockerizado, ambientado esta vez por historias de miedo de la cultura italiana. Historias de fantasmas que se prestan a su dualidad entre mitos y leyendas, a formar parte del universo sonoro característico de la banda. Este es ya su quinto disco, sin contar EP's y lanzamientos compartidos.

El álbum lo abre la gruesa y movida "Celebration of Gloom", con aplastantes riffs y voces susurrantes en algunos momentos que insuflan ese aire tétrico. Su vocalista Zagarus, pese a tener su propio timbre personal, evoca en mi mente a un híbrido genético de Jim Morrison y Danzig. Sé que ellos se definen como una banda de Doom, aunque habría que precisar que poco tienen que ver con el Doom depresivo o funerario. Lejos se me antojan la repetición de esquemas, los ritmos lentos y opresivos y las voces hipnotizantes imperantes en el género. Otra muestra más la encontramos en "Cursed Island", un tema bastante heavy, patente sobretodo en el cambio de ritmo del último cuarto final. El inicio de "Moonschild's scream" quizá sí sea de lo más Doom del plástico, aunque algunos cambios de ritmo, vuelven a alejarlos del género dentro de mi cabeza. A continuación tenemos un atmosférico y escalofriante interludio instrumental, de nombre "Necropass", que sirve para cruzar el umbral de algún portal fantasmagórico que nos transporta a "Nuraghe". Guitarras densas por parte de Ghenes, machaconas y un ritmo bien marcado por la batería de Striges, todo envuelto en un halo tenebroso y amenazador.

Pasamos el ecuador del disco y llega "Headless ghost", un tema intenso y cargado de malvado Heavy Metal. La atmosférica "The bridge of damnation" si que baja las revoluciones, quedándoles un tema bastante épico al que le van dando toques de intensidad creciente. "Sinful nun" es una canción bastante aplastante, la más extrema del disco diria, ya que invita ciegamente a agitar la cabeza con un riff muy marcado y una potencia no oída hasta ahora, una de las más destacadas del conjunto. El broche lo pone el tema título, casi 9 minutos instrumentales con unas bonitas acústicas al inicio que se van distorsionando, y a las que se les acoplan unos teclados muy Purple y unos sintetizadores. Hay pasajes muy bellos en este tema, y momentos de viaje astral, como un solo de batería que hará volar a vuestras neuronas. Otro gol que me marcan por la escuadra.

No conocía sus anteriores lanzamientos, y me ha sorprendido encontrar estos temas de calidad, de bella factura y de inspiración oscura y terrorífica. Un disco sobrio para los amantes de la vertiente más clásica del género. Para fans de Black Sabbath, Cathedral o Pentragram.