Por alguna razón, Balmog fueron de las primeras bandas en aparecer en nuestra web, y más pioneras aún en responder a nuestro interrogatorio, así que nos hace especial ilusión, que nos haya llegado la oportunidad de darle una escucha a su nuevo trabajo. Su anterior "Pillars of salt", ya fué diseccionado en el pasado, dejándonos muy buenas sensaciones, y no se ha hecho mucho de rogar su continuación, afortunadamente para nosotros. Los gallegos han aprovechado este impás para acabar de pulir su propuesta añadiendo nuevos elementos sutilmente apreciables, así que si ya de por sí eran atractivos, han acabado de perfeccionar la fórmula. Sin renegar de sus influencias, pues es indudable que todos empezamos desde algún punto, este puede ser su punto de ruptura con el pasado a partir del cuál puedan presumir de su total y personal propuesta, empezando a andar su propio camino.

Empezamos con la intro "Horror in Circuitu", que por sonido, tiende puentes con su EP previo, y crea la tensión suficiente para la oscura "Birth of Feral", con toques ocultistas que invitan a su particular misa negra. Una de las primeras diferencias que podremos apreciar son los cambios a nivel vocal, ofreciendo Balc novedades en algunos registros. Por lo demás, destacar la sensación asfixiante y de agobio que despierta su atmósfera. Rompe por completo la furia que nos presentaron con "Senreira", con la velocidad por bandera, y algunos pasajes melódicos y atmosféricos que se contraponen a la agresividad reinante. Cambio de tercio con el inicio de "Slander", doomy e intrigante, parece sacada de una peli de terror de los 70. Un tema lento en el que apreciar los detalles que aportan Morg y Virus al bajo y la batería.

Y hablando de retro-horror y bandas sonoras, ¿que me decíis de "Agnus dei"? Un interludio de casi 3 minutos y medio de puro gozo ochentero a sintetizador que supura serie B por todos sus surcos (por cierto, alucinante la versión vinilo del CD). La desquiciante "Desacougo" empieza a encarrilar la luz al final del túnel, con ritmos lentos y puntuales cambios de ritmo que buscan crear eso, desacougo (inquietud o malestar). "Zohar" me ha descolocado un poco, tras ese trepidante inicio, al que prosigue un cambio de ritmo dominado por las guitarras, en una clave más clásica, y unos versos narrados que vuelven a enlazar con el inicio. La batería de Virus y el bajo de Morg dan la entrada a "Carrion Heart", el tema más largo del disco con 7 minutos clavados. Un tema maquiavélico y siniestro, con cambios de ritmo que te hacen pasar por diferentes ambientes. El final llega con "Lume", una pieza enteramente instrumental lenta y parsimoniosa que fluye como humo difuminandose en el aire.

"Eve" es un álbum concebido como un todo, ya que cualquiera podría pensar que tras 9 temas, entre los que contamos una intro, un interludio, y un último tema instrumental que podría funcionar como outro, sabe a poco. Lo cierto es que puede dar la sensación de que es así, pero Balmog son una de las bandas más refrescantes, excitantes y apasionantes que tenemos en estos momentos, y encajan sus piezas para provocar una reacción a una experiencia completa. Aquí no hay hit-singles, ni cañonazos en potencia, lo que los gallegos intentan plasmar es una experiencia auditiva total, y eso lo consiguen a todos los efectos. Disfrutemos de la salud del panorama nacional actual, que tras años de medianía, empieza a coger un color verde (o negro) esperanzador.