Nunca he sido muy amigo de Avatar. No me he sentido identificado por su música, o no he sabido entender su propuesta, y aún me choca el éxito que están cosechando desde sus más recientes entregas discográficas. Su ascenso tampoco es que haya sido meteórico, así que no voy a negar el trabajo que habrá detrás, pero la eclosión que han sufrido con sus dos últimos lanzamientos me deja ojiplático. La amalgama de elementos que incluyen en sus temas hacen que me pierda intentando encontrar el gancho que nunca encuentro.

Los suecos nos presentan su octavo disco con su peculiar visión del Metal. Hasta cierto punto, hay que reconocerles una identidad, pero para mi la mezcla sin sentido de varios géneros acaba llevando a ninguna parte. El nuevo disco arranca con "Silence of the age of apes", un tema pesado con un riff repetitivo y voces agresivas, que para mi acaban siendo insustancial. Le sigue "Colossus" con un ritmo marcial muy Rammstein y una voz profunda goth-rock, que combina con unas voces que se me tornan estridentes. No voy a poner en tela de juicio la versatilidad de su cantante Johannes Eckerstrom, pues es capaz de mostrar muchos registros. "A secret door"muestra la faceta más suave de la banda, con unos silbidos (al parecer cortesía de Corey Taylor de Slipknot) y unas voces dulces, que explotan en un estribillo desquiciante donde su líder vuelve a intercalar sus diferentes registros. "God sick of dreams" arranca con un riff muy de los enmascarados de Iowa, aportando luego melodía.

La siguiente "Scream until you wake" podría ser un tema de la versión actual de In Flames, con las voces de Eckerstrom, aunque por lo menos, Avatar meten solos. "Child" si me parece de las más interesante, con esos interludios cabareteros, con partes más agresivas y otras más melódicas. Aquí si parece que han sido capaces de conjugar sus distintas vertientes en un tema con gancho. La siguiente "Justice" vuelve a combinar explosiones metálicas con estribillos muy melódicos. "Gun" es un tema a piano, como el único acompañamiento de la voz suave de Johannes Eckerstrom. Personalmente, no me aporta gran cosa. La siguiente "When all but force has failed" si me ha hecho subir la adrenalina, con un corte enérgico y unos riffs rápidos. Cierra el disco "Wormhole", de riff denso y pesado, y también bastante insustancial.

Un disco que tiene sus momentos, pero que sigue sin conseguir que vaya a empadronarme en su "Avatar country", y mucho menos a rendir pleitesía a su Rey (bueno, ni a este ni a ninguno). Si sorprender a base de mezclas sin sentido es lo que se entiende por innovar, conmigo que no cuenten.

Vaya por delante, que esto es mi opinión personal...