Menuda mezcolanza encontramos en las filas de Ancient Settlers!! Un cantante finlandés (miembro de Nightrage por cierto), media formación de Venezuela y Portugal, y fundados en San Sebastián. Ahí es nada!! Es de suponer, que con tan poca homogeneidad cultural, las influencias de todos sus miembros sean vastas, y así las incorporen a su música. Formados hace relativamente poco, editaron un EP el pasado año, y ahora es turno de debutar en formato LP. No en vano, en su interior encontraremos sofisticadas composiciones que empujan los límites del death metal melódico a nuevos horizontes, no inexplorados, pero si poco explotados. Hasta el mítico productor Fredrik Nordström se ha fijado en ellos y les ha producido el disco, lo que se nota en el producto final y en lo cristalino de su sonido. Vayamos entrando en materia...

El primer corte que nos encontramos es "Into the depths I ride", muy influenciado por bandas como Soilwork al incorporar algunos elementos electrónicos (muy sutiles), y ritmos que recuerdan bastante a Dark Tranquillity. Todo está muy bien ejecutado y suena en su sitio, pero así de primeras algo no acaba de encajar totalmente. "Cast in Gold" empieza con una intro electrónica que da paso de inmediato a unos punteos de sus hachas. Uno de los más protagonistas, quizá por destacar en la mezcla, es su batería Herman Riera. Aunque en algunos momentos, se enmaraña todo el sonido un poco, su batería siempre está presente por encima de todos los demás. En esta pista empiezo a discernir lo que no me acaba de cuadrar, y seguramente sea la voz de su líder, que no es la típica del género.  En tercer lugar encontramos el tema-título, que rebaja las pulsaciones en un medio tiempo que quizás se hace un poco largo sobrepasando por poco los 6 minutos. "Cerements" da inicio de una manera algo extrasensorial, entre lo espacial y psicotrópico, para transformarse en una pista muy melódica. Aquí acabo de darme cuenta que la forma de atacar los versos de Anthony Hämalainen me recuerda mucho a Tomas Lindberg, aunque le falta mucho de esa agresividad que muestra el sueco. La quinta pista tiene un inicio muy doom/death, pero luego coge velocidad, con esos ritmos entrecortados . Un tema bastante clásico de lo que entendería cualquiera por death metal melódico.

"Library of tears" es otro extenso tema de casi 7 minutos, aunque en él encontramos más cambios de ritmos y suena más atractivo que el anterior antes mencionado. Otro pero que le encuentro al disco, es que todas las pistas pecan de mucha intro y outro, restándo dinamismo a la reproducción global. Seguramente, restando algunos segundos a todas las pistas, habría quedado todo con más empaque. Dicho esto, "Silent December" es un tema más directo a la yugular, más agresivo y con menos florituras. Más directo. Parecen haber cogido carrerilla, porque "Memories" también discurre a bastante velocidad. Este es uno de los temas que más me han gustado, con esos coros medio hardcore, y unos riffs y melodías bastante conseguidos. Hasta el estribillo tiene un toque punkarra. "The Black Rainbow" vuelve a llevarnos en un inicio por una travesía sideral, mientras suena una acústica, y todos aparecen al unísono de una manera bastante poderosa y muy melódica. Un medio tiempo al que poco más puedo añadir. El disco lo cierra "Peregrination", y aquí si suenan más desatados, muy en la onda At the Gates.

Un disco correcto de una banda que, en mi humilde opinión, le quedan algunos aspectos por pulir. Me quedo con los 2 o 3 temas que he destacado, y con la incógnita de como habría resultado el resto con algún pequeño cambio de enfoque.