Aunque el disco debut de Acid Blood salió hace cosa de un año, no ha sido hasta ahora que nos ha llegado a las manos. La banda de Umea, formada por Jojo a las voces, Karl a la guitarra, Emil al bajo y Isak a la batería ya ha declarado con anterioridad su admiración por los Sex Pistols, The Exploited, las Girlschool y Motörhead. Y no engañan a nadie. Su descaro a la hora de afrontar sus canciones rezuma punk, así como esa imagen irreverente y provocativa que muestran en el artwork. Por otro lado, no hay duda de que tienen actitud, y que son capaces de crear un vendaval sonoro uniendo sus instrumentos.

El disco lo conforman 14 pistas, cortas y concisas, a la yugular, en las que hasta se desnudan para dar todo lo que tienen. Aquí no hay intros ni pasajes ambientales. Te asan vuelta y vuelta y te devoran. No han venido a hacer prisioneros, si no a acabar con todo aquello que se ponga por delante. Un sonido sucio, y una voz corrosiva y chirriante llevan la batuta de esta colección de temas enérgicos, que te harán mover los pies a su ritmo.

El álbum es muy dinámico, lo que te dejará con ganas de darle al repeat una vez finalice su reproducción. El torbellino encarnado por la voz de Jojo, junto a los riffs acelerados de Karl, y la apisonadora formada por Emil e Isak ciertamente conforma una asociación ácida, que te llegará a derretir la piel con temas como "Tombstone world" o "Louder than death". Incluso por momentos, una fina línea les separa del trash metal, pues van sobrados de composiciones rabiosas. Pero ojo, que también muestran sus otras vertientes, en una más rockera "Wasted" o ese aire a The Stooges en "Wartime".

La decisión es tuya. Si quieres subirte a su bulldozer, seguramente te harán un hueco. Si no, mejor apártate porque no se van a detener y te pasaran por encima, quieras o no.