la-sustancia

Cuanto más mayor me hago, más exigente y cascarrabias me vuelvo, y menos me gusta tragar con lo que intentan hacerme tragar. Si hasta me lo noto en la forma de escribir...Y aprovechando la excusa del paso del tiempo, que está en boca de todos y no acabo de entender porqué, y que acaba de celebrarse la entrega de los Oscars, me he propuesto destripar a mi antojo uno de los últimos fenómenos cinematográficos de los últimos años como puede haber sido, para mi sorpresa, una película como "La sustancia". Y ojo que si no lo habéis visto, igual os coméis algún spoiler, avisados estáis si seguíis.

Seguramente todos habréis oído hablar de ella, si no la habéis visto ya, llevados por la curiosidad como me pasó a mi, o porque simplemente os gusta estar al día de las novedades del celuloide. Mi primer contacto con ella, fué tras leer un tweet de Nikki Sixx, el bajista de Motley Crue, en el que la ponía por las nubes y encomiaba el trabajo de su co-protagonista Demi Moore. Luego empezaron a llegarme teasers, tráilers, veía los pósters en cualquier web que visitaba...Finalmente, ví que la estrenaban en Movistar+ y ahí se me presentó la oportunidad de saciar mi curiosidad.

Afronté el visionado con emoción y curiosidad. Luego llegaría la sorpresa, porque nadie te prepara para lo que estas a punto de ver. Mi primer atisbo de estupefacción fué ya avanzada la película, cuando empiezan a proyectarse algunas escenas escabrosas, y es que en los teasers y tráilers, nadie te prepara para eso. Asumes que la película trata sobre el paso del tiempo en las personas, que no acaban de asumir el envejecimiento y la caducidad vital, y que alguien se presenta con un remedio milagroso que, con sus contraindicaciones, permite revertir de alguna forma, la caída de los años.

Pero es que a medida que transcurren los fotogramas, el filme se torna en un ente dantesco, grotesco y hasta de mal gusto. No me malentendáis. No soy de estómago sensible ni mucho menos, y en su día adoraba el "gore" y me tragué muchas películas, pero no me acaba de cuadrar el mensaje con la forma de transmitirlo. La cosa va en aumento a medida que se incrementa el minutaje, y al final, acaba llegando a niveles estratosféricos de carnicería y sobredosis de plasma rojo en pantalla.

Hasta aquí, una vez terminado el visionado, estamos de acuerdo, en que te puede gustar más o menos la película. Una película que contiene buenos momentos de actuación (los justos...) como cuando Elisabeth Sparkle (lo siento, no puedo evitar acordarme de la Robin Sparkles de "Como conocía a vuestra madre") se mira en el espejo y no para de maquillarse y volverse a maquillar. O algún momento puntual de Margaret Qualley, un descubrimiento para mí pues no la conocía en absoluto (si la he visto en alguna película no soy consciente), por ejemplo en el que muestra si inocente mirada al futuro productor de su programa. Pero para mi, el más destacado, es un inesperado Dennis Quaid en su papel de pasadísimo e histriónico productor, que este si, con su interpretación, una de las mejores que creo recordarle, te hacen entrar ganas de soltarle un sopapo a mano abierta.

No me parece un filme que destaque por sus sobresalientes actuaciones, como así parece que se reclama desde parte del público y la crítica. Y aquí es donde llego a otro de los puntos disonantes. Me sorprende que apenas se comente el apartado técnico de la película, donde en algunos aspectos si que puede llegar a brillar. Hay excelentes planos, una fantástica iluminación, un gran trabajo de fotografía, hasta podría enaltecerse el vestuario...Si hasta hay escenas sublimes. A mi parecer, hay más cine en el primer minuto en el que vemos una estrella en el paseo de la fama luchando contra las inclemencias del tiempo, el ninguneo y la falta de respeto de la gente y el paso de los años, que en el resto de los 139 minutos restantes de metraje.

Todo esto me hace llegar a la pregunta de "¿y cuánto hay de marketing detrás de La Sustancia?"

Todo el mundo, avala la tesis del gran trabajo de la mayor de las co-protagonistas, incluso apoyándo su criterio tras la obtención de premios destacados en algunos festivales de cine. No puedo evitar arquear una ceja de asombro, ya que en el 80% del tiempo que pasa en pantalla, está apoyada por un, este si, excelente trabajo de maquillaje, que hace más fácil su interpretación, pero que enmascara sus expresiones faciales hasta tal punto que no se pueden apreciar. La gota que colma el vaso, ha sido toda la indignación aireada a través de sus fans y seguidores, que se han llevado las manos a la cabeza por no conceder una estatuilla a la morena actriz. No puedo más que llevarme las manos a la cabeza, y eso, sin haber siquiera puesto en contrapunto el trabajo de las otras nominadas, y mucho menos de la ganadora. Debo ser yo, que no ser apreciar el despliegue mostrado ante las cámaras. Incluso, han llegado a apoyarse en la trayectoria de la actriz para recalcar lo injusto de la decisión...

Demi Moore. una actriz que, seamos sinceros, ha participado en películas de mucho y cierto éxito, pero nunca ha destacado por su emocional o apasionada  interpretación. Y ojo, que cuenta con todo mi respeto. Podemos destacar su relevancia, nadie la pone en duda, y durante una época, tuvo a la industria a sus pies (quién no le devolvería un "idem" a la Molly de Ghost?) con películas como "Una proposición indecente", "Coacción a un jurado" o "Algunos hombres buenos". Pero es que también protagonizó otras como "La teniente O'neill" o "Striptease". Vamos a ver, si por ello tuviera que ser, su ex-marido Bruce Willis merecería otras tres estatuillas, sólo por las 3 primeras partes de "La Jungla de Cristal", otra por "El sexto sentido", y una mención honorífica de la Academia por "Pulp Fiction".

Para otro momento, pues creo que ya me estoy excediendo, dejaremos el mensaje de la película y sus incoherencias. Si el mensaje oculto, en una época de feminismo agresivo, es querer volver a ser joven para lucir palmito (increpádme si no he sabido leer entre líneas o resumo muy a las bravas mi impresión), yo me bajo de esta sociedad. Tal vez, podrían haber escogido otra profesión para presentar la trama, y habría quedado algo más serio...