Bienvenidos amantes de lo variado, al segundo disco de los franceses The Chris Rolling Squad. Aquí mucha mala baba, ganas de divertirse y de arrasar con todo. Tras una escucha rápida podemos afirmar que le deben mucho a Motorhead, pero van más allá y no se quedan sólo en emular a la banda de Lemmy. Rock sucio y garajero, punk, metal...hay pocas probabilidades que no encuentres algún tema de tu agrado, y aunque cortos, temas hay y muchos. Incluso podrías verlos por momentos como unos Volbeat (de los inicios) pasados de speed y una botella de Jack Daniel's por gotero.
No hay tiempo para entrar en situación. La ostia viene de sopetón con "Wild time", punk-rock desenfrenado y gamberro directo a la yugular, sin medias tintas. Igual de macarra suena "Hate 2000 blues", otra embestida furiosa en forma de torbellino distorsionado. Brutal suena "Trapped inside", con un tufillo a Kill'em all que la hace sonar especial. Se vuelven más melódicos en "Bring down the hammer", recordando ligeramente a los Social Distortion de Mike Ness. "Straightdown to hell" es como tirar tu coche barranco abajo, sin frenos, un caos desmesurado aberrante y loco. Velocidad por doquier sabiendo que no puedes frenar, camino que tiene que seguir si o si el siguiente tema titulado "Faster", si es que es posible ir más deprisa. Incursionan en el boogie con "Crazy little boy", tema que rompe la dinámica del álbum y suena novedoso con lo que llevamos hasta ahora, con unos coros muy de rock clásico de los 50-60.
Guitarrera y alocada es "Revolution all around", que me recuerda a algun tema de Danko Jones pasado por el filtro de los franceses. ¿Recordáis los videos que aparecían hace varios años con carreras de dragsters explotando o en llamas? Pues esas son las imágenes que deberían acompañar a "Desperate city (I get the fuck out)", de lo más vertiginoso del álbum. "Staying home with mommy" es todo lo contrario a lo que describe el título. De aburrimiento tiene poco, y tampoco es una balada entrañable, si no más bien todo lo contrario. "You been gone" si afloja un poco el acelerador, haciendo gala de sus coros característicos aunque no pretenden desprenderse de su actitud punk. Su depósito de gasolina nunca llega a la reserva, porque vuelven a apretar en "Hollywood", y aunque aflojan un pelín en "Boom", ya es a todo gas y hasta el final con "I just can't help myself", con un buen solo que toma gran protagonismo.
¿Quieres hacer desaparecer el aburrimiento de un plumazo? Pínchate este disco que Chris Rolling, Brice Duval y Thib Adlersend han grabado por pura diversión. Un directo suyo debe ser agotador porque la intensidad y la energía son dos de las bazas predominantes, y a buen seguro, las paredes de las salas que pisen deben acabar empapadas de sudor por la entrega, y de cerveza y whisky por el disfrute. Daros una alegría, y darles otra a ellos también, ni dudéis.
Alex A.
PCDM.
Die-hard fan de Metallica. Degustador de todos los estilos, aunque con criterio.
Fiel seguidor de la saga Star Wars y de las aventuras de Son Goku.