R.I.P. – Dead End
Un paisaje sonoro desértico emana en una realidad futura, que de alguna manera nos trasporta al sonido del crepitar de los relámpagos, los tambores de sonidos retro de los 80 explotan en forma de disco.
El profano caos retro se desató el 9 de octubre a través de Riding Easy Records, poco después de su álbum en vivo Live on Death Row . Lo que destaca es lo divertido que es el álbum. La máscara BDSM en la portada es un homenaje a Quiet Riot y el ingenio irónico de Spinal Tap con cremallera.
RIP recupera la anarquía del punk, la pegada del thrash y la actitud despreocupada de tiempos de antaño. Todo el disco es como si entraras en una película de acción con un rifle láser de cañón largo.
En su canción “Nightmare”, los segadores de Portland cantan “No sé a dónde voy. No sé cómo termina ". Ese es el modus operandi de Dead End. Sudan y emulan un universo alternativo Dead Kennedys total. "Judgement Night" tema explosivo y rápido perfecto para una película de acción serie B. “One Foot In The Grave” comienza con un medio tiempo y luego se convierte en una carrera callejera de doble tiempo para acelerar directamente tu corazón.
La primera mitad del álbum es pura energía que hará las delicias de los fans mas clásicos de la banda, pero la segunda mitad cambia de cara con más pasajes progresivos y entrega experimental. El canto sinfónico de "Buried Alive" es lo que encarnaría perfectamente la banda sonora de una peli de terror, cada rincón es oscuridad y muerte. No hay escapatoria. “Dead of the Night” tiene un peculiar sermón vocal angustioso, que nos lleva a un tema oscuro de horrores infinitos con un corte muy Heavy.
Con Halloween a la vuelta de la esquina, la nueva losa streetcore pantanoso de RIP es la energía que necesitamos para coger nuestro disfraz y hacer truco o trato. Es la banda sonora de Cyber-Punks drogados, sedados por el sadismo, todo bañado en sangre y atropellamientos.
Dead End , es entretenimiento puro y sin adulterar. descansen en paz.
Javi Metal
Un poco de mala hostia.
Una porción grande de locura.
Unas rayitas de alegría e ilusión.
Y como siempre bastante cabezón.