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Las horas previas al concierto caía autentico fuego del cielo, con una calor completamente sofocante (doy fe de ello, un servidor llego a la sala previa subida al pueblo español, completamente sudado de la humedad que hacia en Barcelona) y eso fue una premonición de lo que veríamos en la maravillosa sala Upload, con la actuación de los canadienses Wine Lips.

Les acompañaban los holandeses Bongloard, trío de Utrecht, formación para seguidores de una mezcla pegadiza de noise punk, alternative rock y garaje en estado puro con trazas de sonidos muy noventeros, una mezcla sonora que a priori no me termino de enganchar, aunque su actuación fue de menos a mas, coronándola de manera magistral. No dejaron a nadie indiferente tanto por su calidad compositiva, como por su conexión con la gente.

El cuarteto canadiense no se anduvo con tontearías, venían a presentar su ultimo y fresquísimo disco, Super Mega Ultra, y a liarla con su frenético directo, los de Toronto no dan ni un solo mal concierto. Desde el minuto uno pusieron completamente patas arriba la sala Upload que rondaba casi un lleno absoluto, su puesta en escena fue de una autenticidad musical total. El personal lo estaba gozando de lo lindo y no faltaron los pogos ni el moshing en las primeras filas con temas como “Get your Money”, “Stimulation”, “Eyes” o “Six Pack”.

La única pega que le podemos poner a su actuación fue la escasa hora de duración del mismo, eso si una hora de frenético garage, punk rock y psicodelia en la que la distorsión y ese pegadizo Fuzz, nos hicieron dar lo mejor de todos en las primeras filas.

Los de Toronto gafas puestas todo el bolo, se vinieron arriba de sobremanera, no bajaron la pistonada e intensificaron su final de concierto a lo bestia, todo con una actitud divertida y muy chulesca.