Como nos traiciona el subconsciente...Atraído por la mera idea de volver a escuchar a Daniel Heiman, vocalista de los míticos Lost Horizon (disco debut que escuché en mi adolescencia hasta la saciedad, cuando mis grupos de cabecera eran Blind Guardian, Metallium, Gamma Ray...y que disfruté como un enanano, ya no tanto los posteriores) y volver a mi niñez de alguna u otra forma. La sorpresa ha sido mia nada más arrancar el primer tema "The mad king", tras la intro de rigor "It has begun", al encontrarme una música mucho más arraiga en el Heavy Metal que en el Power Metal, que sinceramente, es lo que esperaba encontrarme. Tras la primera toma de contacto, reparas en la poca continuidad que ha tenido una garganta tan privilegiada como la del sueco en un género tan dado a voces como la suya. Warrior Path no salen de la nada, ya publicaron un disco en 2019, con la ayuda de Bob Katsionis de Firewind, aunque seguramente quede en segundo plano, en cuánto este nuevo empiece a despegar.
Tras dejar las cosas al inicio, y aposentarnos en la epicidad y las guitarras crujientes y cortantes, proseguimos con "His wrath will fall". Deléitate con el sonido, porque la producción es de lujo. La cosa se pone veloz y el cantante sueco vuelve a dejar muestras de porque fué uno de esos que por alguna razón se nos quedó grabado en nuestra moldeable mente juvenil. Un tema con garra, con fuerza y con muchos ganchos, al igual que la siguiente "Beast of hate", otra acelerada muestra de Heavy Metal con sus toques de melodía, a la que Daniel Heiman le añade un punto de agresividad en momentos puntuales. La cosa se pone seria con "Don't fear the unknow", una composición con una atronadora batería, y una guitarras a la velocidad de la luz, con una segunda parte más épica en la que la guitarra nos describe una bella melodía y la cosa acaba en un absoluto frenesí metalero. La llamada de un cuerno nos pone en pie al inicio de "Savage tribe", con un inicio de esos que te erizan la nuca al soltar el vocalista sueco uno de sus chillidos característicos, aunque el tema es más a medio tiempo. La lluvia y una guitarra acústica dan pie a "Avenger", donde Heiman vuelve a regalarnos otro aullido (nota mental: si de una cosa me doy cuenta ahora mismo, es que el inicio de todos los temas es bastante parecido, no en ritmos o tempos, pero si en estructura...). Si bien la segunda capa de pintura es cosecha propia de Warrior Path, la base es totalmente manowariana, y hasta Joey DeMaio apretaría el puño como señal de asentimiento.
Más fuerza y poderío llega de la mano de "Out from the shadows", un tema poderoso con un atrayente estribillo, en la que el cabeza pensante de la banda, el joven Andreas Sinanoglou, da rienda suelta a todos sus recursos. Cerca del final encontramos la melódica "Neverending fight", que precede al lento inicio de "Last tale", que a modo de cierre, pretende dar clausura con una narrativa diferente al presentar un inicio muy desnudo, que más tarde crece en intensidad. Es este uno de los temas más maduros y completos del disco, con varios cambios de ritmo y una complejidad no mostrada hasta ahora.
Sin dejar de mencionar que algunos temas me parecen repetitivos, y que creo que la banda debe acabar de dar un paso para afianzar su identidad y mostrar un abanico más amplio de recursos, no puedo negar que por una cosa u otra el disco es entretenido y su escucha genera satisfacción. También creo que la presencia de Heiman eclipsa el trabajo del resto de miembros, así como la historia que nos cuenta el LP, aunque parece ser el precio a pagar por la garganta del sueco, y decisión de la banda si acepta pagarlo o no.
Alex A.
PCDM.
Die-hard fan de Metallica. Degustador de todos los estilos, aunque con criterio.
Fiel seguidor de la saga Star Wars y de las aventuras de Son Goku.