No puedo sinó aplaudir la valentía de la banda de Terrasa Vrademargk, de volver tras 8 años de parón, y hacerlo con un disco cantado en catalán. Para mi, una muestra de la absoluta confianza en la calidad de sus temas, y una manera de transmitir mejor sus emociones, si así lo desean. Muchas cosas han pasado durante este silencio. Por ejemplo, la formación ha decicido quedarse con sólo un guitarrista, y ha vuelto Germán Padierna para hacerse cargo del bajo. Y para acabar de ser un producto de la tierra, el disco fué grabado y mezclado por Eloi Boucherie de Vidres a la Sang. Pasemos a relatar que nos ofrecen en estos 7 nuevos temas que nos entregan en su nuevo trabajo.
En primer lugar encontramos "Lividesa", una intro sobria y sombría que va subiendo de intensidad y enlaza con la agresiva "Arrelats", donde riffs Death Metal y ritmos contundentes dominan el sonido, mientras que los guturales de Jordi Urbano se abren paso. El ataque auditivo es constante, y no cesa en la siguiente "Estigmes sobre cendres". Personalmente, una de las que más me ha gustado por su variedad y potencia. Manel Rodríguez hace un despliegue total de sus habilidades a la batería, imprimiendo velocidad y machacando sus platos, mientras que la guitarra de Rafel Ruíz va enganchado solos. Por derroteros parecidos discurre "L'alé dels indòmits", una muestra de madurez en la que conjugan varios escenarios brutales y melódicos. "L'art de morir" es una extensa pieza de inicio tétrico y melancólico, a la sigue un ritmo marcial, y unos riffs lentos y doom, qu enfatizan la sensación de oscuridad. Un interludio muy desnudo pone la nota emocional, en uno de los temas más complejos del disco. Los experimentos cesan con el arranque de "Egocidi", intensa y feroz, haciendo saltar el metrónomo por los aires. El cierre corre a cargo de "Eudaimonia", en la que encontramos la colaboración de Eloi de Vidres a la Sang. Esta última es otro ejercicio de complejidad debido a su duración, en la que pueden dar rienda suelta a todas sus habilidades e influencias, mientras se va diluyendo hacia el final para dejar paso a la paz.
Buen disco de vuelta en el que ningún tema se resiente, manteniendo un nivel en general elevado y sin que haya altibajos. Los de Terrasa rinden a gran nivel técnico, siempre al servicio de los temas, y demuestran que han ido un paso más allá con sus composiciones. Ahora queda por ver si verdaderemente consiguen echar raíces y quedarse en su sitio para un largo rato...
Alex A.
PCDM.
Die-hard fan de Metallica. Degustador de todos los estilos, aunque con criterio.
Fiel seguidor de la saga Star Wars y de las aventuras de Son Goku.