The Great Affairs – Everybody moves, Nobody gets hurt

Los americanos The Great Affairs, llevan cosechando alabanzas desde 2018, año en que publicaron "Ten & 2". Emparentados por varios medios con el sonido de Cheap Trick y Tom Petty, esta joven banda ha compartido escenario con Tom Keifer, Loverboy, Firehouse, John Corabi, The Quireboys...y un sinfín de bandas más de calibre y renombre. Antes de todo eso, The Great Affair publicó un EP de versiones en el que dejaban claras sus influencias, re-interpretando temas de los 70 de bandas com Thin Lizzy o Fleetwood Mac. Y fué el pasado año, cuando empezaron a preparar el LP que nos ocupa, aprovechando el parón forzado al que nos vimos todos abocados. El hecho de haber tenido que ensayar y componer desde la distancia, les propuso un reto que aceptaron, y las diferencias en el sonido quedan plasmadas en este lanzamiento.

El primer tema es "I'm alright", sencillo, pero fresco y de agradable escucha. Guitarras rockeras pero suaves y delicadas que recuerdan a bandas como The Georgia Satellites. "Believe in ghosts" nos trae un ambiente más country, y la voz de Denny Smith le pone la sensibilidad necesaria para presentar sus raíces a su manera. Puede que el sonido sea algo comercial, pero la pureza queda patente aunque sea muy radio-friendly. "Lyvia" es un tema bastante poppie maquillado con algunos detalles de las guitarras tanto de Smith como de Corey Rozzoni, edulcorado todavía más por esos coros de acompañamiento en el estribillo. Me recuerda en parte al camino que lleva tiempo intentado seguir Bon Jovi, pero más auténtico. Las sonoridades rockeras americanas vuelven con "High on rose", un gran tema de influencia setentera, pero repleta de energía y buen rollo. La acústica "In the wreckage" pone el punto desenchufado al disco, con la voz de Denny acompañado de la guitarra, algunos toques de percusión y testimoniales detalles de slide.

Notas emotivas de piano, abren la melancólica "Worn out souls", con una triste melodía. El tema cobra una nueva vida tras el estallido posterior, subiendo el listón enérgico y pasional, y dándole un toque sureño, haciendo un repaso a todas esas bandas precursoras del nacimiento del rock americano, como los Skynyrd. "Light years" nos presenta una faceta más hippie y encaja en el sonido "flower-power" que simbolizó la liberación en los 70. El final se va acercando, pero primero turno para el country-blues de "Three Leaf Clover", con coros y teclados que le ponen un punto soul muy "calentito". Si has visto a Tom Sawyer divisando el barco de vapor por el Mississipi, puedes hacerte una idea de como puede sonar. Sabedores de que llegan al final, suben un poco las revoluciones con la optimista "Satellite", que de nuevo recuerda al vocalista de New Jersey de eterna sonrisa (que demonios, si hasta la voz de Denny a veces suena igual). Y como no podía ser de otra forma para dejar buen sabor de boca, la más cañera "The ride", con un filtro en la voz que le da un aire más moderno, junto a algunos detalles siderales.

Un disco ideal para conducir grandes distancias, que te pone la banda sonora ideal con sus múltiples ingredientes, que no requiere de prestar gran atención para captar todos sus detalles y disfrutarlo. Seguramente en otros tiempos, ya habrían colado alguna de las pistas aquí incluidas en la radio, pero estamos en 2021, y las cosas ya no funcionan igual.