Shotgun-Mistress-st

Algo deben haber visto en los australianos Shotgun Mistress cuando los ha fichado nada más y nada menos que Golden Robots Records (aunque bajo el subsello Crusader) para editar su debut. Si conocéis mínimamente la escudería con la que trabaja la discográfica, os podéis hacer una idea de por dón iran los tiros...y no os vais a equivocar. Sonido orientado a las guitarras y actitud rockero macarra. Formados en 2018, grabaron un single con la violencia machista con el que empezaron a sonar en su escena. No contentos con eso, grabaron un video que les abrió las puertas para empezar a girar por todos los garitos de Melbourne. Pero ojo, que en esta banda podemos encontrar a Matt Wilcock, si el guitarrista de Ackercocke, Ben Curnow bajista de Earth o Glenn Patrick, vocalista de los también rockeros In/Vertigo. Nada menos que 13 temas son los que componen este LP de presentación , que pasamos a desgranar.

"Born'n'raised" es la primera pista, y confirma lo que veníamos diciendo. Un sonido guitarrero muy cercano a Stone Temple Pilots o Velvet Revolver, algo más punk de base, pero con unas melodías y líneas vocales parecidas. Un buen tema para captar tu atención y que no te separes de tus altavoces. La segunda pista acabará de ponerte las pilas tras ese inicio puro rock and roll de "Devil in disguise". Glenn Patrick aborda sus líneas con soltura, aunque tal vez eche de menos un poco más de "agresividad". Las guitarras de "Bleed me out" suenan todavía más duras, con esos rasgados sincopados que te quitarán el hipo. El estribillo recuerda enormemente a esas composiciones que escribía Scott Weiland para sus temas. La intensidad sigue por las nubes con un tema como "No friend of mine", con un estribillo ultramelódico deudor de los 90 y de ascendencia grunge. "Collide" también fué presentado como video animado, y es un tema muy juguetón con ese ir y venir del sonido de las guitarras. De persecución policial, y más desbocada, es "Natural Disaster", que eleva las revoluciones respecto a los tempos anteriores. "Save me from myself" añade la baza de los coros a los estribillos, dotándoles de un aire renovado, mientras las guitarras rugen y la batería comanda sobria pero con pegada.

Nuevamente el sonido dominante en el rock de los 90 se adueña de una pista como "Glorious machine", un tema dedicado a algún dia les preguntaremos que, aunque creemos que no hay que darle muchas vueltas para adivinar de que se trata..."Pretty little thing" es un tema acelerado, urgente, con unas guitarras chirrionas y unas melodias vocales complejas. Cambio de ritmo en la segunda mitad y gran solo que rompe la dinámica del tema. "Analize" por otro lado, suena mucho más duro, un inicio con mucho groove, más metalero, aunque la voz de Patrick es la que nos sigue anclando al sonido general del disco. La parte central con esos detalles de guitarra y el riff principal suenan heavies, heavies. Otra muestra de que Shotgun Mistress beben de muchas fuentes la encontramos en "Grave Mistaken", un tema de punk rock, que bien podría ser de los primeros Guns, si no fuera por esas melodias de los estribillos que te atrapan. Los australianos son una máquina de sacar riffs disfrutables, como podemos apreciar en "Technicolour faded", y juegan con el fade en la parte central mientras escuchamos unos susurros. Podéis relajaros ya ligeramente, pues llega el final con el suave y acústico inicio de "May she never walk alone", un tema que suena a despedida triste, y que se torna desgarrador cuando entra la distorsión. Como composición, de las más complejas del álbum al alternar esos diferentes estados con una maestría que logra convencernos, con un solo que te araña el corazón. Uno de los temas más completos en todo su conjunto.

Una agradable sorpresa la de estos australianos que captaron nuestra atención lanzando sucesivos adelantos que nos entraron a la primera, y que esperamos que afiancen su propuesta en discos venideros, y sobretodo, en directo, donde esperamos poder verles en algún momento no muy lejano y lejos de cualquier tipo de restricciones pandemiales, porque es imposible disfrutar esto sentado en una silla, con los colegas a metro y medio y sin una cerveza en la mano.