No os voy a engañar, estoy un poco preocupado. Desde hace unas pocas semanas, que nos enteramos de la partida de la guitarrista Nita Strauss de la banda de Alice Cooper, estuve unos días imaginando con anhelo cuál sería su siguiente paso. Algo gordo se tenía que venir, para abandonar la seguridad de ese barco, para aventurarse en mareas misteriosas. Mucho se habló de su siguiente movimiento (que si Judas Priest, que si se iba a centrar en su carrera en solitario...), pero poco me iba a imaginar yo, que Strauss acabaría tocando en la banda de Demi Lovato. Fué una decisión que me cayó como un jarro de agua fría viniendo de una artista a la que consideraba íntegra. Pocos motivos artísticos de peso puedo colocar en la ecuación del cambio, así que más allá de la nómina y las comodidades de girar con semejante estrella del "pop", pocas cosas más se me ocurren.
Pero eso es otra historia, y no me pertoca a mi juzgar sus decisiones. De lo que sí puedo opinar, es de los sentimientos que me transmite su nueva faceta. Desde que vi por curiosidad su primera actuación con Lovato, me invadió una sensación de ninguneo hacia la sensacional guitarrista. Apenas un solo plano en toda la actuación, de pasada, y donde podíamos verla con pantalones cortos y un peinado cualquiera. Lo siento, pero Nita Strauss siempre ha tenido una imagen impoluta y ha sido de arreglarse.
Hoy he vuelto a flipar al ver otro video de los ensayos de Demi Lovato con su supuesta "banda". Una banda de muñequitas (perdonadme el término, pero ya me entendéis...si os queréis ofender, allá vosotr@s) que acompañan a la estrella principal, y a la que no debería ocurrírseles (imagino...) hacerle sombra. Desconozco si habrá órdenes o no de no acaparar miradas ni chupar cámara, que imagino que si, pero más allá de eso, y esta vez sí, pudiéndola ver en algún plano, en esa banda no veo ni complicidad, ni diversión, ni cohesión. Y todavía voy más allá, pero veo tristeza en la mirada de Nita Strauss. No estoy seguro, y creo que ella tampoco, de si ha dado el paso adecuado en su carrera. Si, tal vez podía sentirse demasiado acomodada tras su larga estancia bajo la batuta de Alice Cooper, pero sus ojos irradiaban felicidad. En cualquier caso, espero que sea capaz de reconducir su situación y encontrar lo que sea que vaya buscando, y si no es así, que recapacite y busque una solución que la deje satisfecha, porque un estado de infelicidad, cerca de un personaje como Demi Lovato, que no es el mejor ejemplo de salud mental y contención de excesos, podría llevar a la rubia guitarrista a una recaída de aquellos hábitos de los que tanto le costó salir, y de los que tan orgullosa está de haber abandonado (y no es para menos).
Y eso si que me haría entristecerme de verdad...Así que, ¿de verdad estas bien Nita?
Alex A.
PCDM.
Die-hard fan de Metallica. Degustador de todos los estilos, aunque con criterio.
Fiel seguidor de la saga Star Wars y de las aventuras de Son Goku.