Por azares del destino ha caído en mis manos este "Ikonoklasta", algo tarde pues el disco salió en Marzo, pero si el destino así lo ha querido por algo será. En unos tiempos extraños y convulsos como los que vivimos, Ruinas pueden ser la banda sonora ideal para un dia de rabia y frustración en el que no entiendes nada de lo que está pasando. La banda está formada por Rober Bustabad, quién fuera también miembro de Machetazo, y que profundizando en su vagaje ha colaborado con gente de los también gallegos Balmog, los brutales Wormed o Graveyard. Un ilustre de la escena extrema nacional. En Ruinas le acompaña Angel a la batería, quién colaboró con Rober en su antigua banda Ovakner.

El disco fué editado por Spikerot Records, sello italiano, y si no me falla la intuición y he atado bien los cabos, están preparando alguna colaboración con TuPaTuTuPa Records.

Pero vamos por faena, pues este disco esconde muchas cosas. Ruinas pone todas las cartas sobre la mesa en la primera mano, y no se dejan nada en el tintero. Arrancar con "Trepanación" es toda una declaración de intenciones, sobrado de potencia y mala baba, nos ofrecen un tema desquiciante elevando la intensidad a límites insospechados. Sin tiempo de coger aire el tema título "Ikonoklasta" prosigue con la embestida, levantando por un momento el pie del acelerador con unos riffs y unos punteos más melódicos, pero con un final asfixiante. "Ciclón tarántula" es un tema corto de apenas un minuto, donde Angel revienta la batería.

"Fauces de Saturno" se torna un poco más melódica (ojo al concepto melodía dentro del género, no vayamos a entender lo que no es) y muestra otras facetas de la banda. Destacar el final con un riff más lento y pesado, y esa caja de música que le acaba dando un aire espeluznante. "Supercelula" nos fagocita en apenas 30 segundos de agresión y velocidad, y ojo al más punk "Instinto Genozida", un tema rabioso que me recuerda a unos Kvelertak muy pasados de vueltas. Si te sientes asfixiado aprovecha para tomar aire con "El tormento de las ratas", una especie de intro que te noqueará al final de un gancho al mentón en apenas 15 segundos. La siguiente "Ira, cuchillo y fuego" es pura agresividad concentrada en 39 segundos.

Mutación de Ruinas en "Vómito de sangre", un tema lento y pantanoso, en el que te irás ahogando, hasta que él mismo decida escupirte. "La conjura de los insectos" vuelve a la escena del Grind sucio y corrosivo, con algún cambio de ritmo interesante. "Nueva peste(De profundis)" es una especie de intro atmosférica, que te acompaña mientras bajas a un sótano oscuro donde sabes que no te espera nada bueno. Y en ese sótano te degollará "Retrovirus", un tema frenético con tintes de Death'n Roll en sus partes menos desquiciantes. Si has conseguido llegar vivo, tienes una última prueba para escapar con "Ad Vermibus Gloriam". El tema da inicio con unos sintetizadores creando un atmósfera oscura digna de película ochentera, mientras los instrumentos se van aunando a medida que transcurren los segundos, cerrando el disco de manera épica.

Un disco que destaca en su conjunto, ya que la gran variedad de sonidos y facetas que son capaces de ofrecer Ruinas, hace que la monotonía que pueda provocar algún disco del género, se desvanezca por completo. Sin olvidar las raíces Grind/Death, pues rabia, velocidad y potencia no faltan en ningún momento, aportan su propio y sincero enfoque logrando dar un muy buen dinamismo a los temas, favoreciendo al resultado final.