Robert Jon and The Wreck – Sala Wolf – Barcelona – 26/06/2024

La banda californiana Robert Jon and The Wreck volvía de gira para presentarnos su nuevo disco. En teoría, “Red Moon Rising” no salía a la venta hasta el viernes 28 de junio, pero ya lo teníamos a la venta en el merchandising de sus conciertos. Además, como ya conocíamos algunos de sus temas de forma adelantada, tanto el que da título al disco, como el medio tiempo “Ballad of a broken hearted man” o la inicial “Hold On”, no ha sido una presentación en frio. Por cierto, el productor del disco es Kevin Shirley (también productor de unos tal Black Crowes que algo saben de este estilo de música) y se publica en el sello de Joe Bonamassa.

 

Aunque no soy una gran fan de la sala Wolf para conciertos, tengo que decir que en el caso del que nos ocupa el sonido fue sencillamente perfecto. Tampoco tengo claro que parte es merito del grupo y que parte del equipo de la sala. En cuanto al grupo, poco que descubrir, ya que son unos habituales de nuestro país. Una compacta banda que tocan con la precisión y perfección de máquina perfectamente engrasada. Se nota la unión y compenetración de sus músicos.

Aunque no soy una gran fan de la sala Wolf para conciertos, tengo que decir que en el caso del que nos ocupa el sonido fue sencillamente perfecto. Tampoco tengo claro que parte es merito del grupo y que parte del equipo de la sala. En cuanto al grupo, poco que descubrir, ya que son unos habituales de nuestro país. Una compacta banda que tocan con la precisión y perfección de máquina perfectamente engrasada. Se nota la unión y compenetración de sus músicos.

Si bien sabemos que el ADN de este grupo es el rock sureño, también tienen un toque de rock psicodélico del que carecen otras de las bandas contemporáneas del género y que les dota de un punto diferente. No sé si por venir de la soleada Orange County o por las preferencias de su joven y enorme guitarrista Henry James con su pelo afro y aspecto de recién salido de alguna tienda de ropa cool de los setenta. Que se contrapone con el aspecto más puramente southern del cantante Robert Jon Burrison y su imponente presencia. Ese es uno de los puntos fuertes de esta banda que, para mí, sus temas en directo ganan mucho por la soltura de sus diferentes miembros y especialmente los guitarras y el teclista para alargar riffs y solos y hacernos recordar a esas bandas de los setenta (Allman Brothers, Lynyrd Skynyrd, etc…).

Siendo un grupo mucho más “guitarrero” en directo. Desde la inicial “Hold on” del nuevo disco, el concierto avanza como debería ser siempre un concierto de rock de menos a más. De las conocidas “Trouble”, “Hey Hey Mama” y “High Time” pasamos a los nuevos temas sin que decaiga la atención y la entrega del público. Los nuevos temas, creo que tocaron 4 del nuevo disco, no desentonan con su viejo repertorio y tampoco hacen que decaiga la atención del público. En la parte final del concierto cuando tocan “Tired of Drinking Alone” me viene a la memoria el vídeo que grabaron para este tema en plena pandemia con un montón de invitados y efectivamente la sensación de lo cansados que estábamos de beber solos con aquellas videollamadas grupales horrendas.
Pero es la fantástica “Oh Miss Carolina” cuando la sala se viene más arriba coreando el estribillo.

Finalizando el concierto con “Ballad of a Broken Hearted Man”, porque los rockeros grandotes también tienen su corazoncito sensible. Y para acabar de demostrarlo el siempre sonriente bajista Warren Murrel nos hizo cantarle el cumpleaños feliz a su mujer por videollamada. Y como único bis de la noche la enorme “Cold Night” con un momento jam entre guitarras y
teclista espectacular, acabando el concierto por todo lo alto.

En resumen, un grupo que si en disco es bueno en directo es sobresaliente.

 

Crónica: Lourdes Fernández, Fotos: Javi Metal