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El que diga que la música no es capaz de transmitir sentimientos y evocar sensaciones, poco quiere a la música. Basándonos en dicha afirmación (de cosecha propia, que así de chulos somos) los franceses Ratten deben ser unos auténticos amantes de la música, ya que la sensación de agobio y asfixia que transmite su disco "Roi-de-rats" es equiparable a pocos lanzamientos anteriores de cualquier otro combo. No deja de ser curioso el particular sentido que tienen en Francia de hacer Metal, ya que muchas de sus bandas son, cuánto menos, particulares. Surgidos de lo más profundo de alguna alcantarilla del país de las baguettes y los croissants, estas ratas son capaces de sumirte en una profunda agonia con la distorsión desgarrante de sus instrumentos y los lamentos pesarosos y enrabietados de sus vocalistas Kózlak y Zero.

Como una viaje a las catacumbas empieza este "Roi-de-rats", con la inicial "Enfantés du Mépris" agónica y opresiva. Las voces retumbantes parecen proceder de cualquier pisquiátrico abandonando pidiendo auxilio, unos lamentos de desesperación envueltos en un magnánimo halo de oscuridad, fiereza y crudeza, mucha crudeza. La misma crudeza que destila "Le tumulte des ombres", un caos sonoro perfectamente estudiado que consigue que la música te aprete el gaznate con más y más fuerza cada vez. Hay algún pasaje cercano al doom, que no hace sinó que acrecentar la sensación de pesadez que invade tu cuerpo. Curioso el inicio del tema título, con unos riffs muy densos y espaciados, mientras Sid destroza su batería como si el tema no fuera con él. Pero no es un ejercicio al azar, ya que el tema coge la directa con varios cambios de ritmo de por medio, mientras los incesantes lamentos nos torturan el cerebro.

Terrorífico es el comienzo de "Haine", con una voz espeluznante que nos pone en alerta. Especial atención al trabajo de Sid Negativv a la batería, que debe haber tenido que encargar un nuevo set de platos al finalizar la grabación. La inquietud se abre paso tras unos zumbidos en "Vipubakka", una fúnebre composición densa y pesada. De oscura belleza se podría definir el inicio de "Contamination", pero Ratten tienen una personal visión de la belleza, y tal vez no sea la misma que la tuya. Lo que parece un tema instrumental, muta en un tema de black metal primitivo, con algunos ataques llenos de ira y rabia. Y tras todo este viaje, ¿que podemos esperar de un último tema que se llama "Catharsis"? ¿Redención? ¿Perdón? Más bien un último castigo o estocada. Un inicio que bien transmite el paso de un trabajo moribundo camino de su final. No esperéis ver la luz en este último tema, porque Ratten sólo pretenden acabar de poner la losa a la tumba que han cavado. Absolutamente desgarrador.

Oscuro, frío, desgarrador, hiriente...se me ocurren decenas de etiquetas que poner a la música de estos franceses, y ninguna pertenece al lado luminoso. Ratten caminan firmemente y por propia volutand por el lado oscuro de la fuerza, y si por su música fuera, ni el emperador Palpatine podría hacerles frente.