Para un servidor, las expectativas que tenia por ver por primera vez a los suecos Lucifer, eran unas expectativas enormes y desde luego los suecos no defraudaron para nada.

Los Suecos aprovechando un hueco de su gira europea junto a los también suecos GHOST, para ofrecernos a la gente de Barcelona el concierto que se nos debía, después de su ultima intentona en la ciudad condal donde se tuvo que suspender el concierto. Lucifer desde luego que supo que hacer en su día libre dentro del tour y nos presentaron su cuarto disco de estudio, ante el público totalmente entregado a la causa en un concierto como cabezas de cartel en una Sala Upload con una aforo maravilloso y como no todo de la mano de Red Sun Barcelona.

Que no viniera el señor Nicke para un servidor casi fue una anécdota, ya que el que le sustituía era un tipo con muchísima pegada y categoría, Daniel Heaster de los también suecos Svartanatt. Y no se porque, lo intuía que la noche se las iba a prometer, ya que el concierto de Lucifer fue absolutamente demoledor, por no decir muy atrevidamente casi perfecto. Johanna y sus secuaces, sonaron perfectos y nos dieron una noche para recordar.

Johanna es una figura casi mística sobre el escenario, si te miraba fijamente a los ojos te dejaba completamente noqueado con su magnetismo embriagador y como vocalista, demostró ser una cantante excelente que dominaba el escenario como quería de una manera insultante. Tengo que decir de una manera muy clara y rotunda, que la gente que considera esta banda como otro de los divertimentos del señor Andersson, están muy equivocados y después de presenciar semejante concierto esta afirmación es una verdad como un templo.

Lucifer brillaron como entidad propia con un talento imperial y como no facturando temazos redondos con un directo prácticamente mágico, con o sin Nicke sobre las tablas. Johanna estuvo a un magnifico nivel vocal a lo largo de todo el concierto, acompañada a la perfección por Harald Göthblad y Danner Heaster a la base rítmica y por Martin Nordin (Dead Lord) y Linus Björklund, quienes forman un tándem de guitarristas perfectos para LUCIFER.

Los presentes disfrutaron cada una de las notas de una actuación que se nos antojo demasiado corta para una banda de su calibre y es que la hora y poco de duración nos supo a poco tras tantos años de esperar poder verlos. Todos esperamos y deseamos que no tarden tanto tiempo en regresar a nuestras ciudades y que la próxima vez lo hagan con Nicke Andersson tras la bateria para poder comparar la pegada. Gran noche de buenísima música para el recuerdo de todos los asistentes.

Crónica: Javi Metal y Fotos: Álvar Luis Gabaldà