¿Quieres saber de primera mano las aventuras y desventuras de la banda de punk californiana que lleva desde el 83 dando guerra? si contestas sí, NOFX :The Hepatitis Bathtub and Other Stories, es tu libro. Tanto el título, como la portada, son una declaración de intenciones de lo que te espera.
Está solamente en inglés, pero ha sido bueno poder leer lo que ellos han escrito, tal cual lo han escrito , menuda tontería acabo de decir. Nevermind.
Está estructurado en capítulos breves, en los que cada uno de ellos, va contando su vida y anécdotas. De esta manera, te haces una idea de lo que realmente pudo haber sucedido en la secuencia que están relatando.
El libro empieza con “Fat Mike” Burkett contando que le gusta beber el pis de su esposa. Toda una carta de presentación de lo que se avecina. Obviamente, después de leer esto, quieres saber más sobre estos degenerados .
Erik “Smelly” Sandin ,el batería, es para darle de comer aparte, nos cuenta su aventuras, sus chorradas a lo Jackass, su época yonky, sus idas y venidas de la banda. En fin, qué decir. Cada vez que llega un capítulo de él estás pensando “madrecita ¡en qué lío se habrá metido esta vez!”.
Erik Melvin, más tímido y precavido , con una historia de infancia triste y fiel amigo de Fat Mike.
Aaron “El Hefe” Abeyta con anécdotas y relatos de su familia mejicana.
El irreverente e inconfundible último Mohicano con falda, Fat Mike, nos cuenta de todo. Incluida algunas de las travesuras que hace con la que fuera su pareja entonces , Soma. La dominatrix le inyecta un suero salino en los huevos y está 12 horas con los testículos hinchados sin poder casi caminar. ¿Querías estos detalles? él te los da, no te preocupes.
El libro es divertido, loco, diría que hasta por momentos, emotivo. Te muestra la escena de L.A. ,nada nuevo , pero desde el punto de vista de unos punkis bastante descerebrados.
Como ya es habitual en otras rockstars , descubrimos infancias tristes, con problemas familiares, adicciones, muertes, suicidios y abusos sexuales- desgraciadamente hay muchas narraciones de este tipo en el libro y me produce tremendo asco, pero como bien dice Mike “narramos lo que se vivía en L.A, en los años 80”-.
En los capítulos finales algunos narran la muerte de su madre. Uno de ellos con un relato, cuanto menos, inquietante. Como dirían las azafatas del un, dos, tres “y hasta aquí puedo leer”.
