Desde la fría Finlandia nos llega el tercer disco de Lantern, banda con una particular visión del Death Metal de la vieja escuela. Con la potencia y la contundencia por bandera, Lantern añaden capas de pasajes atmosféricos y oscuros a unas composiciones crudas y primitivas. Un tercer disco con el que dan un puñetazo sobre la mesa, llevando la evolución de su anterior "II:Morphosis" a un nuevo nivel.

Lantern nos traen un disco de tan sólo 6 temas, aunque exceptuando "Portraits" no es que destaque por su corta duración precisamente. El embiste sónico arranca con "Strange Nebula", inicio furioso de baterías atronadoras y voces gruesas y cavernosas por parte de Necrhophilos. El tema es largo y tiene partes más pesadas y densas. En "Beings" aprietan el acelerador, con batería a todo trapo, resultando un tema más directo. "Portraits" sorprende por la inclusión de voces limpias. Es un tema corto de apenas 2 minutos y más ligero, aunque sin dejar de ser oscuro.

"Cauldron of souls"añade melodía, en tema bastante pegadizo, con un tempo bastante más animado que la anterior, en la que es para mi una de las mejores del disco. "Shrine of revelation" sube otro peldaño en la escala de intensidad, adquiriendo un ritmo vertiginoso y frenético, y creando un auténtico muro sonoro. Cierra el disco la extensa "Monolithic Abyssal Dimensions". Una introducción muy ambiental se tornará pura brutalidad, con ritmos pesados y monolíticos que discurrirán por ambientes donde el bajo tomará protagonismo de forma sutil, creando una atmósfera siniestra.

Lantern están aquí para reivindicar la pureza del Death Metal underground, con su estilo fúnebre y sin dejarse llevar por modas pasajeras. Si bien es cierto que han pulido ligeramente su sonido, no dejan de sonar crudos y oscuros, sabiendo sonar intensos en los momentos más brutales, y emotivos en las partes más atmosféricas.