Ya tocaba desde luego disfrutar de este concierto, es la frase que más sonó en las cercanías a la sala Razzmatazz de Barcelona: este co-cartel liderado por KreatorLamb of God se tenia que haber realizado hace ya tres años. Teniamos cambios en el cartel después de la reprogramación del evento. Power Trip se planeó inicialmente para este cartel, la trágica muerte de Riley Gale (voz) precipito su caída de el. Sustituidos inicialmente por Thy Art is Murder y Gatecreeper , son finalmente Municipal Waste los que se encargarán de abrir esta velada donde se a colgado un Sold Out rotundo. Un gran evento que nos ofrece la grandísima promotora Route Resurrection Fest .

La cola frente a la entrada ya luce bien hermosa a mi llegada a las cercanías de la sala, con un horario como yo digo infantil, Municipal Waste tomaría el escenario de la Razzmatazz 1 a las 18:30. Todos somos conscientes de que los conciertos en Barcelona deben terminar temprano para que todos puedan coger el transporte público, pero abrir las puertas a las 17:00 para un primer concierto a las 18:30 entre semana… roza ya lo absurdo y esta practica en los grandes eventos ya empieza a ser una normalidad (que será lo próximo conciertos por la mañana los sábados). De todas maneras Municipal pudieron disfrutar de una sala yo bastante llena y con muchas ganas de verlos al iniciar su concierto.

Municipal Waste salieron a por todo desde el principio y con un sonido perfecto cosa que no le sucedió a Kreator. Su buen humor y sus ganas de hacer divertirse al personal, hace que su concierto se haga corto y toda una party. Venían a presentarnos su cañerisimo último trabajo ( Electrified Brain ) y su concierto confirmó que el grupo, al igual que su público, van como un tiro, con entusiasmo, alegría y convicción. Sonaron temas como Demoralizer,
Mind Eraser, Grave Dive, Sadistic Magician, High Speed Steel, Born to Party toda una fiesta que calentó mucho a todo el personal, gustaron mucho y desde luego ya tendrían que marcarse una gira como cabezas de cartel en condiciones por nuestro país.

Llego la hora de los teutones Kreator y tengo que decir que por primer vez y después de ver a los alemanes en cada una de sus giras cada vez que sacan disco, puedo afirmar que mi sensación es que ya les han caído los años encima. Quiero aclarar lo que acabo de decir, al final del concierto, nos debatimos entre la satisfacción de estar frente a un grupo hiperprofesional que ofrece actuaciones extremadamente bien confeccionada y la decepción en nuestras cabezas por un repertorio de temas decididamente nuevos, a la contra que no destacaba lo suficiente los títulos antiguos, ya que tocaron muy pocos y si ha esto le sumamos que el sonido de la banda a mi parecer le falto pegada o fuerza hace que nos quedemos con sensaciones raras. A pesar de llevar unas luces algo tímidas, la representación visual de su puesta en escena sigue siendo impresionante, pero lo dicho su concierto no termino de cuajar.

 

Musicalmente, cualquiera que haya visto a Kreator ha visto la fiabilidad de la banda y la solidez de su interpretación. La voz de Petrozza puede molestar (sobre todo durante los discursos) pero pocos cantantes de su generación aún tienen su garra. Pero todas esas cosas buenas se ven eclipsadas una vez más por una lista de canciones que está demasiado centrada en sus últimos discos y sonidos. Ni “Tormentor”, ni “Endless Pain”, ni “Under the Guillotine”… en su setlist, pues lo dicho. Con este no quiero decir que el concierto fuera mal, ya que la gente mas joven esta muy sintonizada con los nuevos discos, pero una que ya tiene unos años pues le falto un poco de vieja guardia.

Llego el momento de disfrutar del tan esperadísimo concierto del Lamb of God. Es difícil disimular la ilusión después de tanta espera, y sobre todo, con un último disco que en general es todo un cañonazo. Cuando resuenan las primeras notas introductorias de la excelente "Memento Mori", sabemos que estamos en la carrera por un campeonato de rodeo del que no saldremos sin ser pisoteados. El primer golpeo de batería te despega la pleura; la apisonadora de Lamb of God está realmente en marcha y viene a por todas.

Con una buena puesta en escena. Una batería bastante elevada, algunas alfombras, unas plataformas para que Randy pueda revolcarse en ellas y hacer mover sus rastas. Este carácter minimalista, lamentablemente también se encontrará con unas luces bastante oscuras y bastante pobres (y una pesadilla para los fotógrafos). En definitiva, unas cuantas luces estroboscópicas de fondo , y atmósferas tenue.

Lamb of God no defraudó, su reputación de grupo menos fino en vivo que en el estudio, esta vez demostraron que no es así, con riffs pesados ​​aplicados sin anestesia general sobre un público dispuesto a dar batalla en todo momento. Movimiento, sudor y una dinámica de concierto bastante alocada, fue la tónica de todo su show.

Como siempre, Mark Morton, Willie Adler y John Campbell no son de lo más expresivos sobre el escenario. Los riffs hablan por si solos. Solo Randy Blythe sigue corriendo por el escenario de izquierda a derecha, saltando y en plan agresivo. Seguramente indicios de sus inicios de carrera, nunca lejos de la escena hardcore. Y si, además, todavía lamento la marcha del talentoso Chris Adler, es difícil negar que Art Cruz lo sustituye de manera brillante, con una fuerza aplastante como sus brazos musculados.

Suenan temas clásicos como "Redneck", "Laid to Rest" y "Now You've Got Something to Die For" entremezclados con temas mas nuevos. Vamos lo que yo llamo un servicio completo.

Y es después de más de una hora y media los estadounidenses abandonan el escenario, tras haber masacrado al público. Una confirmación más, si todavía hiciera falta, de que el grupo bien puede sacar discos que son un poco monótonos, pero son ahora si, una excelente máquina sobre el escenario y ante esto solo me puedo quitar el sombrero.

Crónica: Javi Metal y Fotos: Álvar Luis Gabaldà