Kadavar y Slomosa nos entregan una noche mágica – 17/10/2025. Sala Salamandra (Barcelona)
El pasado 17 de octubre, la magnifica Sala Salamandra, nos ofreció un comienzo de fin de semana totalmente fascinante, con una noche que nos trajo grandísimos conciertos, sorpresas inesperadas y la confirmación de que los alemanes Kadavar ya son una de las grandes bandas de nuestro tiempo.
Encontramos a los alemanes de Kadavar, los noruegos de Slomosa y los australianos de ORB. ¡Una mezcla de culturas magnificas y diferentes, que no podíamos perdernos por nada del mundo! y esto gracias a unos organizadores de lujo Madness Live!.
Descubrimos al trío ORB para empezar la noche. Sin pretensiones, la banda nos ofrece un stoner efectivo. Obviamente, encontramos el sonido potente y pesado que caracteriza el estilo. Sin embargo, las composiciones ofrecen algunas sorpresas, especialmente con ritmos deconstruidos, que a veces rozan el jazz, con larguísimas improvisaciones que a veces se hacen un poco pesadas, creando momentos en el que el oyente se desconecta de la banda.
Las voces, son muy de la vieja escuela, lo que encaja a la perfección con el cartel de la noche. Las partes instrumentales son bastante largas y nos sumergen en una especie de letargo y como he comentado anteriormente crean alguna que otra desconexión de su propuesta.
"ORB" nos recuerda al instante la influencia de Black Sabbath, con riffs y ritmos en la misma línea que "War Pigs". Algunas canciones son un poco más contundentes y dinámicas. La sala se llena a medida que avanza el concierto y los australianos terminan ante un público bastante importante de aforo.
El público espera con muchas ansias a los noruegos Slomosa. El telón que tapa el escenario empieza a levantarse y estos todos ¡listo para el rock desértico al mas puro estilo nórdico! Los músicos están cerca del público y entre sí. Esto contribuye a la atmósfera de proximidad que crea su magnifico stoner. Slomosa desprende un aura de cercanía y simpatía. El fuzz está muy presente en su música para el mayor deleite de todos los fans. Las composiciones son cautivadoras, largas y rítmicas. El sonido es de una calidad impresionante. Su concierto es muy enérgico y la sala entre en total locura.
A veces da la impresión de una improvisación compenetrada entre Benjamin Berdous y Tor Erik Bye , quienes parecen estar divirtiéndose y disfrutando en el escenario. El concierto aumenta de intensidad y, a pesar de un ritmo relajado, los riffs se vuelven cada vez más frenéticos y pegadizos. Las luces se encienden, y luego los cuerpos en el foso también muestran cada vez más movimiento. Se abre un foso y toda la zona de adelante de la sala es un hervidero. El sonido se vuelve masivo y potente. Benjamin incluso termina en la barrera de seguridad, cerca de un público encantado y muy efusivo.
Slomosa ha vuelto a conquistar al público de Barcelona con su buen hacer, un sonido extraordinario y una conexión muy cómplice con los espectadores.
Vamos con el plato fuerte y seguimos con Kadavar . La banda es la cabeza de cartel, pero varias personas en la sala afirman haber venido para Slomosa . Sin embargo, encontramos un público que espera con mucho entusiasmo a la banda alemana.
Hay que decir que los alemanes no han estado de brazos cruzados! Después de lanzar I Just Want To Be A Sound el pasado mayo, se están preparando para lanzar KIDS ABANDONING DESTINY AMONG VANITY AND RUIN (abreviado KADAVAR) el 7 de noviembre.
Visualmente los germanos son una banda que derrochan mucha clase con una imagen muy potente y outfits muy clasicos dentro del rock. Musicalmente, vamos por el aspecto hard rock / stoner, a veces doom y a menudo Rock Old School. Su música y sus ritmos son particularmente efectivos.
Tiger Bartelt tiene una actuación esplendida a las baquetas. Se toma descansos, a veces dan un poco la sensación de estrella de rock, y sus amplios movimientos tienen un aspecto muy coreografiado. Simon Bouteloup (bajo) ocupa el centro del escenario y su carisma es innegable y sus bailoteos son muy sensuales. El sonido de las guitarras de Lupus Lindemann y Jascha Kreft está particularmente trabajado y los efectos están justo donde se necesitan y cuando se necesitan.
Canciones y ritmos de carácter bastante accesibles. El lado a veces suave de ciertos temas contrasta con el rock desértico que antes nos había ofrecido Slomosa. La sala, estaba disfrutando de lo lindo y las primeras filas ya eran un descontrol total. Los pasajes musicales más ambientales nos llevan a un viaje de disfrute, tanto lejano como interno a nuestra alma Rockera. La banda regresa para ofrecer un bis a un público encantado de haber podido disfrutar de semejante setlist de canciones entre clásicos y nuevos temas.
Sin duda después de terminar de ver a Kadavar, nos quedo a todos los allí presentes bien claro, que los alemanes ya son una de las grandes bandas de nuestro tiempo y que dure.
Javi Metal
Un poco de mala hostia.
Una porción grande de locura.
Unas rayitas de alegría e ilusión.
Y como siempre bastante cabezón.
