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Los catalanes Icestorm, no son ninguna banda de novatos. Llevan batallando desde 2006, y si algo hay que remarcarles, es el afán con el que llevan su lucha, y los pasos de gigante que han dado con cada lanzamiento. Su primer trabajo fué editado en 2012 y estaba íntegramente cantado en catalán, al igual que el segundo "Terres de foc". En "Saga", su tercer trabajo, ya empezaron a introducir cortes en inglés, y en este más reciente "The Northern Crusades", ya se han decidido a presentarlo íntegramente en inglés, imaginamos que pensando en la exportabilidad de su propuesta.

En sus últimos trabajos, han dejado de lado la fantasía y han optado por temáticas más realistas, basadas en ciertos momentos de la historia, sobretodo del norte de Europa. Unos momentos muy dominados por la violencia y la brutalidad, que letrísticamente, casan a la perfección con su vertiente instrumental. Grabado en los AXtudio, de la masterización se hizo cargo Tony Lindgren en los Fascination Street Studios de Suecia.

Una gélida y épica intro de título "Crusaders of God [Introduction to the Crusaders]" nos pone rápido en situación, ubicándonos directamente en el campo de batalla y presentando a los héroes y villanos de la historia. Es a partir de aquí, cuando empieza todo el viaje, embarcando primero en un navío para cruzar los mares directos a la guerra. El ya conocido primer adelanto "Across the Baltic Sea [Ascent of the Northern Campaigns]" es el que da el pistoletazo, y en él vemos que las influencias son obvias. Ellos tampoco las esconden, habiendo reconocido que Amon Amarth ha jugado una baza más que importante en su sonido. No obstante, es muy difícil aventurarse en un género como el suyo y no asemejarse a una banda que ha llegado a ser todo un referente del estilo. Cabe decir la gran calidad sonora que han conseguido capturar en su trabajo, porque todo suena grandilocuente y poderoso. Una gran muestra de ello es la bélica "The Iron Fist on the Lance Shaft [The Teutonic Knights March to War]", en la que hasta los coros resuenan como si 500 soldados la entonaran en el salón del castillo. Aquí ya encontramos nuevos elementos de su sonido, ya que van mucho allá de los vikingos suecos, introduciendo narraciones y sonidos más folk típicos de otras formaciones como Blind Guardian o Turisas.  Su historia prosigue con el interludio instrumental "The Night Before the Battle [Bonfires, Prayers and Songs at the Teutonic Camp]", que sirve de enlace con la brutal "The Power to Fight [Peipus Lake April 5th, 1242 - Dawn of the Battle of the Ice]", mucho más death metal que sus antecesoras. Aunque no exenta de epicidad, este es uno de los cortes más aplastantes del disco. Reservando sólo para las partes del estribillo sus palpables influencias, el resto es pura violencia sonora.

"Clash of Titans [The Battle Begins]" nos deja escuchar un death metal diferente, más centrado en la vieja escuela, y algunos toques de metal más modernos, aunque a su propia manera de entender, ya que pasajes que pueden recordar a sus admirados Lamb of God, quedan más personales con todas las capas de instrumentación que les añaden. Si os gusta esta parte más brutal de la banda no os perdáis "The Teutonic Charge [Bishop Hermann of Dorpat Leading the Charge]", una estampida de riffs y baterías galopantes, con momentos rompecuellos y otros de puño en alto. Incluye un interludio narrado e instrumental que aumenta la tensión de cara a una segunda mitad de la canción, igual de brutal que la primera. Este relato se va acercando a su fin, cuando empieza a sonar la aplastante "Fields of Death [Nevsky's Ambush]", con unos ritmos muy heavies y un gran trabajo a las guitarras. "Novgorod Arise [Defeat of the Teutonic Knights]" suena muy melódica, sobretodo por los teclados que incorpora en ciertos momentos. El estribillo suena tremendamente victorioso. Esta aventura llega a su fin a manos de "Triumph of the Pagan Warriors [Lament for the Fallen Ones]", con toda la épica necesaria para cerrar con los ánimos por las nubes y brindando con nuestros cuernos, recordando a los caídos que dieron su vida por la victoria.

Definitivamente, si tras la batalla nos diéramos un paseo por esas tierras bañadas en sangre, estos titantes de Icestorm serían los que quedarían en pie, aunque exhaustos, tras dejarse el alma forjando con sus propias manos este mágico baluarte de nuestro metal. Felicidades!!