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De la mano de Southern Metal Fest tuvimos la oportunidad de disfrutar de un fantástico concierto de country/blues/rock el pasado 10 de Septiembre en la madrileña Sala Rockville. Han pasado 15 días del mismo pero la calidad del show que pudimos presenciar merece no caer en el olvido y resulta obligatorio hacer aunque sea un pequeño análisis por más que hayan transcurrido dos semanas desde entonces. Hannah Aldridge y Katie Bates, bajista y cantante que acompaña a la artista principal en la gira que están realizando por España en casi veinte localidades y por varios países europeos, ofrecieron un espectáculo de los que se quedan en la retina y el oído para siempre. A estas alturas la gira española ya ha finalizado pero afortunadamente están aprovechando esta gira para la grabación del próximo disco en directo de Hannah Aldridge que será publicado en unos meses y del que incluso se podía formar parte. En la sala había repartidos por doquier muchos flyers en los que se explicaba que haciendo el preorder de dicho álbum en directo tu nombre aparecería en los créditos del mismo. La tecnología llevada a su máxima expresión. Voy a dejarme de preámbulos y vamos de una vez al lío.

Estaba previsto que fuera otro de los componentes de la banda que acompaña a Hannah el que le hiciera de telonero pero como ella misma comentó durante su concierto, estaba enfermo y fué la bajista Katie Bates la encargada de sustituírle en dichas lides. Armada tan solo de una guitarra y su portentosa voz, Katie Bates actuó cerca de media hora que lejos de ser un relleno de los que cae en balde sirvió como perfecto entrante para el plato principal. No en vano cuenta con varias publicaciones discográficas y a buena fé que nos demostró de lo que es capaz.

No debe resultar nada fácil subirse a un escenario, por pequeño que sea éste, y enfrentarte a una actuación sin otra compañía que la de una simple guitarra. Realmente nos supo a poco y deseando estamos que pueda volver en un futuro lo más cercano posible acompañada de su propia banda, porque si solamente ella fue un deleite para los oídos, no me la quiero imaginar rodeada de su banda al completo. No tenía mucho tiempo pero lo aprovechó al máximo y el respetable lo agradeció más que de buena gana. "Long Time" o "Self proclaimed people pleaser" fueron algunos de los temas que interpretó. Fundamentalmente procedentes de su más reciente edición discográfica. Excelente voz, enormes canciones de country/blues sureño y un nombre para recordar. Gracias, Katie.

Casi hora y media de apabullante concierto que se hizo cortísimo fué lo que la norteamericana ARTISTA Hannah Aldridge nos regaló hace quince días. Artista en mayúsculas porque no le falta de nada: Voz, compositora, letrista, presencia, simpatía y amabilidad. Sonaron temas incluídos en sus dos trabajos publicados hasta la fecha en estudio: "Razor Wire" y "Dream of America". Cuenta también con un disco en directo recogido en Londres y serán dos en breves meses como comentaba antes en la introducción al estar grabando en esta gira todos los conciertos para seleccionar las mejores interpretaciones de cada una de las canciones que acabarán formando parte del mismo.

Una calidad vocal gigantesca unida a su enorme presencia llenaron el escenario por sí solos, aunque el hecho de llevar una banda de excelentes músicos acompañándola hace que los shows sean aún mejores si cabe. Temas como "Aftermath", "Razor Wire", "Some ghosts don´t make a sound", "Dream of America" o "Portrait of the artist as a middle aged man" fueron cayendo uno tras otro con tan solo breves interrupciones que sirvieron como la propia Hannah nos explicó para afinar los instrumentos y que todo quedara lo mejor posible de cara a la publicación de ese futuro disco en directo que ya he comentado. Hija del cantante country Walt Aldridge y pianista clásica hasta que a los veinte años agarró un guitarra por primera vez, es ella misma la que define su música como country oscuro.

Y tan oscuro resulta. Letras arraigadas en su Alabama natal y que definen con mezcla de belleza, amargura y dolor ese Estados Unidos decadente, oscuro y casi negro que tanto hemos visto reflejado en cantantes, libros y películas. Su música destila el mismo olor que los vasitos (y creo que no voy mal encaminado) de bourbon que tanto ella como Katie degustaban entre tema y tema. Destacar por último dos aspectos. El primero la amabilidad de Hannah que ya señalé antes y que demostró al final del concierto en el precioso puesto de merchand que lleva y donde firmó todos los discos encargándose personalmente de quitarles el plástico tanto a CD´s como a Vinilos para poder hacerlo y tomándose instantáneas para quien así lo quisiera. Mis dieces para Hannah Aldridge.

El segundo tema no es tan agradable por desgracia. ¿Cómo es posible que en una ciudad (por no hablar de la Comunidad) como Madrid acudamos 20 personas contadas a dedo a semejante espectáculo?. Promoción no le faltó porque las redes sociales estaban llenas semanas antes de anuncios de la actuación y flyers y cartelería también vieron mis ojos. Que gente tan maja como la de Southern Metal Fest se deje los cuernos en traer propuestas nuevas y tan interesantes y la respuesta sea esa es para hacérselo mirar. Llamadme pesado y cansino, pero comprobar como grupos tributo a grupos que todavía siguen en activo llenan y agotan salas y que artistas y nuevas bandas tengan que actuar ante semejante ridiculez de audiencia me da vergüenza hasta de mí mismo. En fín, es un caso perdido así que no voy a profundizar más en el asunto.

Os dejo un par de vídeos para que comprobéis por vosotras y vosotros mismos lo que solamente veinte personas (un par de ellas más si contamos a las/los camareros) pudimos gozar.

Crónica, Fotos y Vídeos: Jorge Iván Delgado López

Hannah Aldridge – «Razor Wire»

Hannah Aldridge – «Portrait of the artist as a middle aged man»