Cosas de la edad, del sol del día anterior, o que cojones, porque un festival es duro, el segundo día las piernas ya notaban la acumulación de horas de pie. Sin embargo, tras un desayuno de señores, nos aventuramos de nuevo hacia el recinto para otra maratoniana jornada replete de rock y metal. Como llegamos algo pronto (para que íbamos a dormir más horas de las necesarias...) nos dimos un paseo por el Metal Market, constatando también ahí la notable subida de precios en todo el merchandising. La verdad es que más allá de un par de stands notables, poca cosa interesante encontramos, ya que allí abundaba el material de mercadillo de barrio, y el material no-oficial copaba la mayor parte de las exposiciones de los tenderetes.

Tras dar por finalizado nuestro paseo, entramos en el recinto tras el pertinente registro de nuestras pertenencias, y aún pudimos disfrutar de algunos temas de las renovadas Thundermother, tras la espantada de sus antiguas miembros. Sonaron bien, y su nueva vocalista le da un nuevo aire a sus composiciones. Aprovechamos para avituallarnos mientras empezaba la descarga de Pro-Pain, y tras tres o cuatro temas, nos fuimos al Marquee para presenciar la brutal descarga de Crowbar. Kird Windstein y los suyos dieron toda una lección de potencia, haciendo retumbar todos los pilares de la grande de las carpas. Desde las clásicas iniciales "Self-inflicted" y "High rate extinction", hasta las finales "Planets collide" y "Like broken glass" aquello sonó como un bulldozer desbocado, desatando los primeros pogos del dia. Nos tomamos un breve descanso tras semejante bolazo, ya que no había nada de nuestro interés hasta que Airbourne tomaran el escenario principal (grave error el nuestro, porque el de Legion of Doom se ve que fué un bolazo).

Con la puntualidad de la que hace gala el festival, despegaba el avión de Airbourne y soltaba sus primera bombas en forma de "Ready to Rock", "Too Much, Too Young, Too Fast" y "Back in the game". Los australianos saben perfectamente como torear en estas plazas, y pusieron a todo aquel que se acercó a los escenarios principales y saltar y bailar como si no hubiera un mañana, haciéndonos olvidar del cansancio. O'Keefe sabe manejar a las masas y darles lo que quieren y no faltó el número de pasearse entre el público a lomos de su roadie y reventarse la lata de cerveza en la cabeza entre el gentío. Vuelta el escenario y más cañonazos de la talla de "Live it up", o la ya clásica para cerrar "Runnin' Wild", que acabó de poner todo eso patas arriba. Una banda que entretiene como pocas...

Tras la buena descarga de Airbourne, los bolazos se sucederían uno tras otro en los escenarios gemelos. Los americanos Hatebreed llegaban para no tomar rehenes y convertir a su audiencia en una batalla campal. Los circle pits y los walls of death se fueron sucediendo al ritmo de "To the threshold", "Live for this", "Perseverance", "This is now"...Un set-list de ensueño para todos los amantes de la banda, que con melenudo Jamey Jasta al frente, repartieron cera de la buena. El sonido no fué el mejor del festival, pero aquello no fué inconveniente para que no dejara de pasar gente sobre nuestras cabezas. "Destroy everything", "As diehard as they come", "Proven" o el ya himno "I will be heard" dejaron nuestros maltrechos cuerpos satisfechos después de tantos años sin coincidir con la banda.

Después era turno de los polacos Behemoth, y aquí tengo un dilema. La banda suena de muerte, el show es espectacular, tienen buenos temas...pero lo encuentro todo demasiado encorsetado. En el momento que el metal extremo se vuelve tan planificado, para mi, deja de tener su gracia. Llevo ya varias veces con ellos, y últimamente tengo la sensación de ver siempre el mismo show. Creo que es momento de renovarse...Tras el planchazo que supuso para mi Behemoth, las huestes nórdicas de Amon Amarth venían preparadas para reventar Graspop. Con todo su show (estatuas, barco, hidra, batallas, martillo, cañones de humo, fogonazos por doquier y pirotecnia...) la banda venía a preparar candidatura para futuros headliners. A ritmo de "Guardians of Asgaard" y "Raven's flight" desplegaban todo su arsenal de buenas a primeras para dejarnos boquiabiertos. Su temática se presta al show que ofrecen y la gente lo disfruta. No faltaron todos aquellos fans que se sentaron en el suelo y se pusieron a remar cuáles tripulantes de un drakkar. "The great heathen army", "Death in fire", "Deceiver of the gods", "The way of vikings", "First kill"...y así hasta 12 temas, los vikingos llegaron y triunfaron.

Tras la batalla, llegaban Disturbed. Nunca los había podido ver, así que nos picaba mucho la curiosidad. Con una sobria puesta en escena, con apenas imágenes que se sucedían en la pantalla trasera, los de David Draiman venían a Bélgica para volver a poner a su banda en el lugar que merecen. Empezó titubeante la garganta del vocalista con "Hey you", "Stupify" y "Ten thousand fists", pero pronto calentó sus cuerdas vocales y recuperó su timbre característico. Fué durante la interpretación (o para ser más estrictos, tras la interpretación) de "A reason to fight", cuando viví uno de los momentos más emotivos que he vivido en un concierto...Ah, el poder de la música amigos...Al finalizar el tema, Draiman se quedó reposando la cabeza sobre el micro, para sorprendernos a todos cuando la levantó y ver que lloraba a lágrima viva. El cantante se emocionó sobremanera al recordar a amigos fallecidos como Chester Bennington, Chris Cornell, Keith Flint y tantos otros que batallaron contra el demonio de la depresión y acabaron vencidos. Acabó reconociendo que hace apenas cuatro meses estuvo a punto de unirse a ellos, y es que el bueno de David Draiman ya hace un tiempo que no lo está pasando muy bien a nivel anímico. Esperemos que logre superarlo. Lo espectacular y escalofriante fué la reacción del público, dando todo su apoyo al vocalista, y a todos aquellos que no atraviesan su mejor época. Ánimo a todos, buscad ayuda porque sesguro que alguien os tiende su mano...Draiman consiguió reanudar el show y cayeron otros temas como "Indestructible", "The game", "The light" o la esperada y con la que cerraron "Down with the sickness". Grata sorpresa la que nos llevamos con Disturbed.

Pero la jornada no acababa ahí, porque faltaban Gojira por tomar uno de los escenarios grandes. Con su inmersivo show, Gojira nos transportaron a su dimensión a través de sus aventuras, sus apologías ecologistas y demás reivindicaciones. No soy yo muy fan de Gojira, (al menos, no de su última etapa), pero la banda suena que atruena, son excelentes músicos, y cumplen con creces. Personalmente, me sobró el solo de batería...Ya sabemos que el hermano de las baquetas es uno de los mejores en lo suyo, pero para mi sobraba. No impidió eso que disfrutáramos de "Stranded", "Backbone", "Flying whales", "Another world", "Silvera", "Amazonia" o la final "The gift of guilt", todas ellas acompañadas de una iluminación soberbia y proyecciones hechas específicamente para cada corte.

Tras tan magno espectáculo, poco podíamos imaginar la que se nos venía encima...Los americanos Machine Head, llegaban a Dessel para un único concierto exclusico en todo el continente. Inocentes nosotros, pensábamos que vendrían con lo puesto...no podíamos estar más equivocados. Lo que pasó aquella noche, debería quedar marcado a fuego (nunca mejor dicho) en la historia de la banda como hito crucial. El 16 de Junio de 2023, presenciamos el mayor, más contundente y más espectacular bolazo que hemos visto y veremos jamás de Robb Flynn y los suyos. El frontman venía a comerse el mundo y vaya si lo hizo. Con una actitud que no le había visto en décadas, y un despliegue de producción sin precedentes, Machine Head conviertieron el escenario principal de Graspop en el epicentro del metal mundial durante una hora. A ritmo de "Imperium" empezaba aquello, y no pararía la maquinaria de demolición hasta la final "Halo". Fuego, pirotecnia por arriba, por abajo, por los lados, por detrás del escenario, humo, pantallas...Todo dispuesto para la banda y sus temas. Pero si es que además suenan "Ten ton hammer", "The blood, the sweat, the tears", "Crashing around you", "Aesthetics of hate", "Old, "Davidian", "Locust", "From this day"...Me repito, pero ha sido el mejor concierto que les he visto por show, por temas, por espectáculo, por sonido, pero sobretodo, por actitud. Consiguieron que nos fuéramos a nuestros aposentos con una sonrisa de imbéciles en la cara, y con la sensación de haber visto algo que nunca olvidaremos...Im-presionante.