Me atrevo a decir que estamos, seguramente, con el nuevo disco de los portugueses GAEREA, delante de uno de los mejores trabajos que este 2020 nos va a traer. Por supuesto, diría que el segundo álbum de una banda es siempre el más "difícil". Pero,claramente, nadie dijo que Gaerea lo bordarían de tal manera, ya que Limbo es completamente superior a su anterior trabajo, en todos los sentidos.
Más rápido, más pesado, más oscuro ... más intenso ... prácticamente cada una de las seis canciones es una vorágine furiosa de distorsión aguda, percusión y emoción cruda. Pura ferocidad que no permite al oyente más que unos pocos momentos, para reunir sus pensamientos completamente avasallados.
Y, sin embargo, a pesar de lo que al principio parece un diluvio casi implacable de fuertes y explosivas guitarras, hay una notable cantidad de sutileza musical y matices dinámicos, que se encuentran burbujeando justo debajo de la superficie metálica fundida de cada canción.
La impresionante y ambiciosa "A Ain" inicia el ritual. Si bien la música es, sin lugar a dudas, impulsada por un torrente de batería atronadora, es la sección media de la canción, la calma en el corazón de la tormenta lo que te lleva al coma total, y es el contraste entre estos fugaces momentos de ambiente melódico, no solo aquí, sino en la sombría combustión lenta de "Conspiranoia" y la sombría y atmosférica que cubre "Mare", lo que hace que este disco sea tan increíblemente inmersivo e infinitamente atractivo a pesar de su intensidad casi abrumadora. Sin lugar a dudas los portugueses me recuerdan con su combinación de riffs furiosos, fuertes explosiones y penetrantes líneas melódicas a los polacos Behemoth o Mgla o porqué no, a los franceses Gojira.
Limbo es un álbum de angustia desnuda y veneno concentrado. Es una experiencia implacablemente intensa y emocionalmente desgarradora, de principio a fin, desgarrara tu cerebro y doblegará tu voluntad, es una catarsis pura.
Gaerea – To Ain
Javi Metal
Un poco de mala hostia.
Una porción grande de locura.
Unas rayitas de alegría e ilusión.
Y como siempre bastante cabezón.