Tres años han tardado END en entregarnos su álbum de debut (editaron un EP en 2016...), pero cabe decir que lo han cocinado a fuego lento, y que el resultado no puede sonar mejor. Lo que empezó como un proyecto por diversión y pasión del ingeniero Will Putney, ha acabado reuniendo a miembros de Fit for an Autopsy, The Dillinger Escape Plan o Misery Signals.

Sonido grueso, pesado y corrosivo es lo que nos vamos a encontrar. El pistoletazo lo da "Cover not", un tema rabioso y furioso que muestra la faceta más grindcore de la banda. "Pariah" tiene un riff que te hará mover la cabeza arriba y abajo inevitablemente. "Abscence" es otra muestra de brutalidad, con un acercamiento al hardcore en su recta final. "The reach of resurrection" levantaría a un muerto, su pudiera oír, pues es un puñetazo en la cara que incluye elementos industriales. Contundencia, pesadez y 0 piedad.

"Fear for me now" es desquiciante, contiene cambios de ritmo que te llevarán por el camino de la amargura. Fluye rápido el disco y ya estamos pasado el ecuador con "Hesitation wounds", pura rabia contenida que te causará heridas. "Captive to my curse" va directa a barraca, veloz y certera. "Evening arms" te abrazará tan fuerte que te asfixiará y "An apparition" es intrincada y enrevesada, en unos tempos y cambios dignos del mathcore. "Every empty vein" se drenará la sangre del cuerpo con su batería trepindante y "Sands of sleep" cierra el disco con un tempo más pausado y la colaboración de Tanner Merritt de O'brother.

Una producción exquisita redondea el sonido de este disco, dándole la presencia necesaria a cada instrumento para dar ese grosor y contundencia necesarias, dignas del estilo. Su miembros muestran una destreza inigualable y nos entregan un álbum implacable.