Hacia mucho tiempo que no veía en concierto a los holandeses DEWOLF, ya sea porque me coincidían con otro concierto o porque me pillaba de viaje, no había podido disfrutar de su estratosférica subida como banda y muchas cosas han cambiado desde entonces. Aquellos chavales de poco pelo en el pecho que visitaban Barcelona con sus abrigos roñosos, ahora se han convertido en músicos seriamente profesionales, con elegantes trajes, sin perder su aroma vintage, todo mas propios de auras de grandes estrellas del rock.
El talento floreciendo de esos primeros conciertos en la ciudad condal, en la actualidad se ha convertido en un derroche de madurez y calidad a raudales. Porque DEWOLFF siguen siendo fieles a sus orígenes, pero su calidad y saber estar sobre el escenario, son dignos de las grandes figuras del rock. Los holandeses llegaban a la Sala Upload de Barcelona con un sold out desde hace semanas, toda una constante en todos los conciertos de su gira Europea, por lo que la noche que nos entrego Acaraperro Producciones Rocksound, se las prometía a mágica.
Como teloneros teníamos los también holandeses THE GRAND EAST, una banda desconocida para la audiencia presente en la sala, nos entregaron una propuesta, que sorprendió enormemente al público que se acerco a verlos. El combo se influencia de varios estilos pasando por The Who y que tomando caminos mas moderno como King Gizzard & The Lizard Wizard o Queens of the Stone Age. Con un frontman completamente loco, lanzándose con su pandereta entre la gente para entregarnos uno de los momentos mas crazy de su concierto, sin duda pura diversión musical que calentó toda la sala de manera muy festiva.
Dewolff, presididos por una lona con la magnifica portada de su último álbum ‘Love, Death & In Between’, el trio de holandés saltaba al escenario recibiendo una enorme ovación. Como un rayo y sin demora sonaban los primeros riffs de ‘Night train’, canción que abría su último álbum y el trio holandés nos asalta en formato Jam Band (lastima que no lleven las coristas y los vientos).
A partir de ese momento, la party retro-vintage no terminaría hasta que la banda saliera del escenario. Con temas que mezclan el mejor blues y soul, nos ponían banda sonora a la noche Barcelonesa, DEWOLFF dejaban muestras de que son un combo que ha crecido hasta el estrellato. Con un sonido impecable solo enturbiado un poco en la parte vocal por momentos, el trio iba desgranando canciones como 'Heart Stopping Kinda Show' con las que nos entregaban ese sonido soul añejo, o 'Made it to 27' y 'Yes you do' con la que ponían el ambiente caldeado, para dar paso a lo muy coreable 'Live like yo'.
Poco a poco iba avanzando su actuación con la sensación de una ejecución perfecta musicalmente, con el unico pero del exceso instrumental, que en algún momento de su directo provocaba una sensación de desconexión del espectador. Tres magnificos músicos que cantan, sin bajo y con órgano vintage que multiplica sus sonidos y hacen que todo resulte mas hipnótico. La sensibilidad de canciones como 'Will o the wisp' bajaba la intensidad llenando la sala de gratificantes sensaciones y emociones. Suavidad y fuerza se entremezclan en su directo de manera muy sibilina. Esa parte mas tranquila de su actuación se completaba como la bella ‘Tired of loving you’, con la que ponían los pelos de punta a toda la sala.
La noche avanzaba y DEWOLFF se lanza con canciones calientes como 'Double crossing man' con la que ponían a bailotear a la audiencia de manera festiva. ‘Treasure city moonchild’ la banda se despedía del público sin que ninguno de los presentes se creyera que su show había terminado. Y si, obviamente su actuación no había concluido para el final y como ‘bis’ nos habían reservado el tema más importante de su último disco. Los acordes de la versátil ‘Rosita’ sonaban mientras la audiencia estallaba en una explosión de puro Rock & Roll. Un cierre a lo grande, acorde con la grandeza que DEWOLFF tiene en estos momentos. Sin duda Dewolff había arrasado la ciudad condal, dejando constancia de que en estos momentos son una banda madura, muy profesional y que de seguro serán uno de los máximos exponentes del genero. Una propuesta impecable, una puesta en escena colorista y una actitud que no dista nada de sus comienzos, son aval suficiente para que la banda merezca el respeto de todo el mundo.
Gran noche, gran concierto y mucha suerte la que tuvimos los que lo pudimos vivir y disfrutar.
Crónica: Javi Metal, Fotografías: Álvar Luis Gabaldà
Javi Metal
Un poco de mala hostia.
Una porción grande de locura.
Unas rayitas de alegría e ilusión.
Y como siempre bastante cabezón.