La pandemia ha causado, que Abel y Lalo, compañeros en Cathexia, encontraran el tiempo suficiente para dar rienda suelta a sus más bajos instintos bajo el nombre de Crummer. Esta banda de Death Metal nacida el pasado 2020 en mi admirada Asturias, surge desde lo más profundo de esas tierras para ofrecer Death Metal hecho por fans del género, para fans del género, como ellos mismos proclaman. Con la ayuda de Borja Suárez, compañero de Lalo en Legacy of Brutality, que mete algunos solos en el disco, han dado forma a un disco que suena atronador y aplastante, y si, es fiel al género.

El disco debut de Crummer arranca con la intro "Funerarium ritual", que musicalmente se apiada de nosotros ante el torbellino que se nos viene encima. Una intro de atmósfera tétrica, que queda ahogada tras el agónico inicio de "You are dead" y sus frenéticas guitarras, con un sonido inmerso en un envoltorio funesto con bastantes cambios de ritmo. Otra velocidad lleva "The silence of death", último tema que han presentado mediante un video, y que deja atrás esas partes doom del primer tema, y saca a relucir toda la garra que esconde Crummer. La atronadora batería nos acompaña sin descanso, demostrando las habilidades de Lalo (que por otra parte, cabe destacar que se encarga de todos los instrumentos). "Echoes amongs the tombstones" también fué presentada con anterioridad, y en ella Abel me recuerda mucho al sr. Tardy de Obituary, en algunos momentos por la voz, pero sobretodo por la entonación o vocalización de las frases. El tema en si, es puro Death Metal de la escuela sueca con algunas partes más melódicas, especialmente aquella en la que se marcan un solo de gran nivel. La crujiente "Drowned in a sea of solitude" discurre por varios ambientes lóbregos, con un inicio más pesado y unas partes más atmosféricas, perdiendo la velocidad la voz cantante, pero no así la contundecia.

"The chosen ones" puede parece en algún momento un tema de death'n roll, pero la potencia que le imprimen y la hiriente voz de Abel, empujan la canción a otro nivel de intensidad, quedándoles un final muy épico. "Deathwards into unlight" sirve de interludio, y para erizarnos el vello de la nuca, bajarnos unos grados la temperatura corporal, y recordarnos que estamos en un camino hacia la muerte. Y pocas cosas hay más mortíferas que la canción con la que Crummer se dieron a conocer, "Sack of bones". Un tema totalmente old-school en el que las guitarras se clavan como agujas y la batería las martillea para clavarlas más profundamente. Gran demostración de habilidades técnicas, y un buen hacer del tempo de la canción, creando una sensación de desasosiego. Antes de acabar con la otro "Era of obscurity", tenemos "Iced gardens of remebrance", que suena algo más experimental, y en la que Abel parece evocar al simpático Barney Greenway de Napalm Death.

Ya me dejaron bastante sorprendido los adelantos que presentaron los asturianos, pero cabe decir que quedan todavía mucho mejor arropados en el conjunto. Han sabido crear toda una experiencia con la totalidad del disco, y parece que todo está un sitio y que nos trata de contar algo. Verdaderamente han sabido captar el espíritu del Death Metal que admiran, y plasmarlo con su personalidad trayéndolo a esta época. Una gran banda a tener en cuenta, de lo más destacable en el panorama extremo nacional, y muy, muy exportable.

Suerte chicos!