Bufff...por donde empezar, porque aquí hay mucho que decir. Para empezar, agradecer a quién haya sacado a la cantante británica de debajo de la piedra que estuviera escondida, porque este disco es una puta delicia, así de claro. No hay duda de que ha sabido rodearse de un gran equipo, empezando por la colaboración de Danny Rexon (Crazy Lixx) que ha sabido dotar al disco de un sonido potente pero muy acorde a lo que querían plasmar. Chez Kane no es que sea ninguna novata, pues compartía Kane'd con sus hermanas, pero seguro que a partir de ahora, su presencia mediática es mucho más destacada. Ya nos quedó claro por las notas de prensa y los adelantos publicados de su preferencia por los gloriosos 80, y es que más allá de reproducir a la perfección el sonido de la época, si este disco hubiera salido 35 años atrás, Chez Kane estaría petando estadios y pabellones por allí por donde pasara.

Vale, esto original no es...¿¡y a quién le importa!? Si compartimos fecha de nacimiento (años arriba, años abajo...tampoco os voy a decir cuántos tengo...) gozarás como hacía tiempo que no lo hacías. Más allá de conseguir y hacernos recordar el sonido de las grandes como Robin Beck, Lee Aaron o Lita Ford, aquí encontrarás temas que podrían haber aparecido en cualquier disco de Tina Turner por poner otro ejemplo. Con un sonido que recuerda mucho a los inicios de Bon Jovi, Mötley Crue o Poison.

Lo primero que nos encontramos es "Better than Love", con una intro de teclado que ya te transporta en el tiempo. No os llevéis una idea equivocada, porque esta es la canción más sosegada y de ritmo más pausado que váis a encontrar. Un medio tiempo cargado de melodía que estaréis tarareando el resto del día. Declaración de intenciones en "All of it", en la que Chez Kane arremete de una manera más rockera, afirmando que viene a conquistarlo todo, y un poco más. Desde luego, nosotros nos rendimos a sus pies. Cañonazo americanizado con "Rocket on the radio". Nos habríamos cansado de escuchar semejante hit en la radio. Este podría ser perfectamente su "Livin' on a Prayer". Otra delicia pegajosa es "Get it on", con ese especial tratamiento de las guitarras, y un aire poppy que a alguno le puede asustar, pero quitaros los complejos y gozar ese estribillo.

"Too late for love" es una en las que veo más la mano de Rexon, porque el estribillo es puro Crazy Lixx, aunque esos teclados de acompañamiento le maquillan el aire nostálgico. En plan power ballad se presenta "Defender of the heart", que como antes comentábamos, podría ser un éxito de cualquier diva de los ochenta, y ya no me centro sólo en el Rock. Una guitarra muy samboriana y unos coros de escándalo dan inicio a "Ball'n chain", otro tema ganador. Energía pura es "Midnight Rendezvous", diría que la  más ajetreada del LP y en la que Chez Kane más exprime sus cuerdas vocales. Medio tiempo melódico de gran factura es "Die in the name of love", con un puntito amenezador y un estribillo muy FM. El disco lo cierra "Dead end street", un tema que baja mucho las revoluciones, y que incluso queda un poco fuera de juego del resto del conjunto, pero con un estribillo que gana en intensidad y engancha.

Yo no puedo decir otra cosa a parte de que ¡Ha nacido una estrella!. Que se anden con ojo las grandes figuras de la escena, y que no se relajen mucho, porque Chez Kane les va a comer la tostada a la que se descuiden. Ojalá, la música esta vez haga justícia, y ponga este disco y a esta artista donde se merece. ¡Muy enorme este disco!