La banda con sede en Estocolmo All Wasted, llamó mi atención cuando nos llegó su primer adelanto "Passion for crime", así que cuando tuve ocasión de echarle una escucha, no perdí la oportunidad porque los tenía anotados en mi lista mental. Lo suyo es algo diferente. Ellos afirman practicar death'n roll, pero el resultado me parece algo diferente, pero remarcable. Ciertamente, tienen elementos del citado género, pero no los encasillaría en ese saco de primeras. Partiendo de un rock sucio y punkarra, podemos encontrar elementos del death y el hardcore, pero más allá de la cruda y aspera voz de su cantante, no serían predominantes.

El disco arranca con la antes mencionada "Passion for crime", con esa melodía de inicio, que personalmente borraría de la misma, porque confunde más que otra cosa. El tema tiene empuje, energía y contundencia, aunque cada vez que suena esa melodía un sudor frío recorre mi espina dorsal. La siguiente "Behind broken glasses" es pura potencia, con unas guitarras muy presentes y una batería dominante. Las guitarras de Emil y Erik dan inicio a "Towards the end", de sonido festivo y punk, hasta que empiezan a repartir cera, con la voz de Patrik escupiendo rabia. Si no fuera por el extra de decibelios, podría pasar por un tema de The Offspring, con ese estribillo melódico. ¿Os ha parecido edulcorada? Sin problema, porque la siguiente "Sense of weakness" es todo lo contrario, salvaje y cruda, con sus detalles de melodía, pero con un transfondo más oscuro. Es probable que empecéis a agitar la cabeza sin daros cuenta, porque el tema cala hondo. "The rise" empieza muy machacona, con el sobrio ritmo de Hcan a la batería, marcando el paso. Desde luego riffs les sobran y no los desaprovechan. El tema que da título al disco es de lo que suenan más serios, más pensados y más maduros. Aquí no estan para juergas, y reparten cera de lo lindo. Pasamos a otro tema desenfadado con "I am the pain", con un solo muy rockero. "Fading out of line" aporta la potencia que les falta a las actuales composiciones de In Flames (de hecho Patrik me recuerda vagamente a cuando Fridén hacía guturales) y podría aparecer en el "Colony" o el "Clayman".

"Dawn will rise no more" deja de lado la velocidad, apostando por un tempo más pausado pero no exento de contundencia. Un ritmo marcado pero aplastante, con las guitarras aportando melodías por aquí y allá. Algo parecido ocurre con "Out of this grave", en la que la melodía vuelve a predominar el conjunto global, con pasajes muy desnudos en los que sólo los platos de la batería acompañan a las voces. Pero como se guardan nada, "Rotten to the core" (no, no es Overkill) vuelve a poner las cosas en su sitio, y esta vez si, más en clave death'n roll punkarra. Los mosh-pits estan asegurados en este despiporre guitarrero. Con "Time to burn" vuelven a dejarnos a medias tras el despegue anterior, bajando las revoluciones para ofrecernos un tema enérgico pero menos aplastante, vertiente que recuperan para cerrar en "This means war", a la que vuelven a insuflar energía con guitarras omnipresentes y estribillos coreables.

Una arriesgada apuesta de los suecos, aunque dicen que si nadie es capaz de encasillarte en un género concreto, es buena señal porque aportas tu propia interpretación. Beben de muchas fuentes diferentes, y preparan su propio brebaje. En algún momento descolocan, pero no es difícil seguir la pista de sus temas, si bien en el resultado global puede acabar sonando todo muy parecido, y haga falta depurar algunos temas para darle más sensación de variedad. Por otro lado, les veo capaces de derrumbar cualquier carpa de festival en cualquier momento, porque en directo deben crear un hervidero. Estaremos atentos a su evolución y futuras entregas, porque pueden marcar un punto de inflexión.